Más de 309.000 alumnos de Infantil, Primaria, Educación Especial, Secundaria, FP Básica y Bachillerato han comenzado este jueves el curso escolar en Castilla-La Mancha, que se ha iniciado con normalidad, sin incidentes y con un centro que no ha podido abrir debido a los daños por las riadas, el IES 'Princesa Galiana' de Toledo.
Sin embargo, en el colegio público 'Ciudad de Aquisgrán', situado al lado del 'Princesa Galiana', en el barrio de Santa Bárbara, el curso sí ha podido empezar este jueves con normalidad, como en el resto de la comunidad autónoma.
En total, 403.108 alumnos inician estos días las clases en las diferentes etapas educativas, de los cuales más de 309.000 han regresado este jueves a sus aulas ya que cursan segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial, Secundaria, FP Básica o Bachillerato.
Sin incidentes reseñables
Fuentes de la Consejería de Educación han señalado que esta primera jornada escolar se ha desarrollado "con total normalidad" y sin "incidentes reseñables", y han agregado que este curso se afronta con "optimismo" y también "con mucha prudencia".
En un vídeo difundido en sus redes sociales, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha animado a la comunidad educativa a seguir trabajando con "prudencia y compromiso" en este nuevo curso escolar que sigue marcado por la pandemia.
Esfuerzo tras las riadas
En el colegio 'Ciudad de Aquisgrán', las madres y los padres que han acudido este primer día de colegio han agradecido el "esfuerzo" que se ha hecho para poder empezar el curso tras la riada, ya que muchos pensaban que no sería posible tener habilitado el colegio este jueves.
"La verdad es que fue muy desolador lo que nos encontramos, pero tenemos que agradecer mucho a la Administración educativa y al Ayuntamiento que, desde el primer día, han estado en el centro trabajando, mañana, tarde, noche, fin de semana, para adecentarlo y poder dar comienzo las clases hoy, como estaba establecido en el calendario escolar", ha explicado la directora del 'Ciudad de Aquisgrán', Gema Azucena López.
El colegio, que cuenta con 260 alumnos, está "perfectamente acondicionado" para las clases, ha apuntado la directora, tanto el interior como el exterior, y de hecho se ha repuesto el arenero en los patios y los alumnos los podrán utilizar con normalidad desde el primer momento.
Lo único que sigue en obras es el muro de separación con el IES 'Princesa Galiana', que ha sido lo último en acometer porque primero ha habido que quitar barro y ramas y limpiar los patios.
En este colegio, al igual que en otros edificios del barrio de Santa Bárbara, el agua entró con fuerza el miércoles 1 de septiembre, pero solo alcanzó cinco centímetros, por lo que lo principal ha sido acometer una "muy exhaustiva" limpieza.
Varias madres han hablado con Efe a las puertas del colegio, donde todavía hay camiones y máquinas trabajando en la limpieza de la zona, y han explicado que llegaron a pensar que las clases no podrían comenzar hoy viendo el desastre de la riada.
Sonia, madre de un niño que empieza segundo de Primaria, ha destacado el "gran esfuerzo" que se ha hecho para tener listo el colegio ya que "todo estaba anegado", mientras que Beatriz ha acudido este miércoles a la reunión de padres de primero de Infantil y ha recibido allí todas las explicaciones sobre el inicio del curso y la situación del centro.
Todo listo para empezar
"Yo pensaba que no iban a poder empezar hoy", ha comentado Mari Carmen, madre de dos hijos en tercero y sexto de Primaria que subraya que "aparentemente todo está bien" para comenzar.
En un corrillo charlan Ana Isabel, Sara y Maite, madres de alumnos de Primaria. "Los profesores se han esforzado, han hecho un buen trabajo. Los profesores y los operarios. Nosotros pensábamos que las clases no podrían empezar", ha señalado Sara, quien ha apuntado que muchos padres se ofrecieron al colegio para ayudar "en lo que hiciera falta".
Ana Isabel ha admitido que la semana pasada, cuando llegó la riada, solo pensaba qué "menos mal" que no había sucedido con los alumnos en clase, porque todo empezó poco después de las tres de la tarde, cuando los alumnos están en el comedor o en actividades extraescolares.
Y Maite, que vive enfrente del colegio, rememora que fue "como un río, pero más fuerte que un río" y agrega: "Me daban ganas de llorar viéndolo". Al lado del 'Ciudad de Aquisgrán' está el 'Campo de fútbol del arroyo' que una semana después de las tormentas sigue lleno de lodo y ramas y con las máquinas trabajando para adecentarlo.