La Policía Nacional ha dejado sin empleo y sueldo a tres agentes procesados en la trama Kitchen, el operativo presuntamente diseñado para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y robarle documentación comprometida del partido, unos hechos que investiga la Audiencia Nacional desde hace más de tres años.
Según ha adelantado El Confidencial y han confirmado a Efe fuentes policiales, los tres agentes procesados que seguían en activo -otros policías implicados están ya jubilados- han recibido hace unos días la resolución oficial de la suspensión de empleo y sueldo tras ser imputados por la Justicia.
Se trata del policía Sergio Ríos, el que fuera chófer de Bárcenas y que supuestamente fue captado para espiar al excargo del PP y su familia; y el comisario Andrés Gómez Gordo, que fue cargo de confianza (director general) de María Dolores de Cospedal en su etapa de presidenta de Castilla-La Mancha, y, según las pesquisas, quien contactó con Ríos.
El tercer policía apartado del cuerpo es José Ángel Fuentes Gago, que estaba destinado a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional cuando se produjo el presunto caso de espionaje a Bárcenas, siendo ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.