Nueva medida restrictiva para tratar de frenar los brotes de COVID-19 en las residencias de ancianos de Castilla-La Mancha. El Gobierno regional ha decidido prohibir desde este lunes que los usuarios abandonen estos centros sociosanitarios siempre que su salida vaya a tener una duración inferior a siete días.
Según una resolución publicada hoy en el Documento Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) y firmada el pasado 5 de enero por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, esta medida se toma puesto que "las residencias de mayores se están viendo afectadas por la incidencia de la COVID-19, con un incremento paulatino del número de casos y brotes, lo que supone, en una población muy vulnerable, un elevado riesgo de hospitalizaciones y defunciones".
De esta manera, solamente los usuarios que tengan previsto estar fuera de las residencias durante al menos una semana podrán abandonar los centros y, en todo caso, "deberán extremar las precauciones y permanecer en un entorno estable".
A su regreso serán sometidos a una prueba diagnóstica para evitar que, en caso de haberse contagiado por coronavirus, puedan propagar la infección entre el resto de residentes del centro.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ya ha dado traslado de esta medida, tal y como se hace con todas aquellas que pudieran afectar a derechos fundamentales, a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC), a fin de que sea ratificada judicialmente.
Visitas limitadas
Esta misma sala ya dio el visto bueno la última semana del año 2021 a otras dos restricciones que el Ejecutivo de Emiliano García-Page activó desde el 29 de diciembre a fin de proteger a los mayores de las residencias castellano-manchegas: la limitación de las visitas que reciben a una por semana, lo que ha generado la indignación de algunos familiares, y la obligatoriedad de los trabajadores de los centros de someterse a una prueba diagnóstica semanal (dos en caso de no estar vacunados contra la COVID-19).
Con la suspensión de las salidas con una duración inferior a los siete días, el Ejecutivo castellano-manchego acaba con una situación paradójica que se estaba dando hasta hoy: los familiares o allegados de los residentes solo podían visitarles en el interior de los centros una vez por semana, pero podían hacerlo ilimitadamente a las puertas de las residencias o en cualquier otro establecimiento exterior si el usuario estaba en condiciones de poder hacerlo.
Todas estas restricciones que afectan a los usuarios de las residencias de ancianos de Castilla-La Mancha, incluida la prohibición de las salidas, estarán en vigor al menos hasta el próximo lunes 17 de enero, cuando se evalúe de nuevo la pertinencia de su continuidad o modificación "en función de la situación sanitaria".
Según los últimos datos disponibles, de los que informó la dirección general de Salud Pública el pasado viernes 7 de enero, un total de 539 residentes de 95 centros sociosanitarios de Castilla-La Mancha son positivo por coronavirus. En la comunidad autónoma, actualmente, no existen otro tipo de medidas anticovid más allá de las que afectan a las residencias de mayores.