Permítanme una maldad. Yo a mí María José Navarro, albaceteña favorita de media España, la quiero de alcaldesa de lo que sea. De mi barrio, si hace falta. La idea no es mía, pero es maravillosa, y la ha lanzado al mundo el propio alcalde de Albacete, el bueno de Emilio Sáez, que este miércoles estuvo sembrao con Carlos Herrera en el Teatro Circo y, como siempre simpaticón, tiró los tejos electorales a la gran periodista de la Cope, que no sé yo sin andará por la labor. Si Navarro y Sáez hacen tándem, como inocentemente sugirió el alcalde, ya tenemos estrella en la constelación de la próxima Feria de Albacete, aunque, eso sí, con ella por delante en los carteles, faltaría más. Guapetona y con tirón. La número uno.
Vamos, que me empadrono albaceteña a la voz de ya. La verdad es que Emilio Sáez estuvo muy bien con el Herrera, declaró a la Navarro la mejor embajadora de Albacete y se llevó un gran minuto de gloria entre los paisanos presentes en el teatro, que eran muchos. Aplausos, risas, simpatías y un rollito muy molón. Hasta le regaló el alcalde una navaja de la tierra a Carlos Herrera en una foto para el recuerdo que habrá gustado mucho a los amigos cuchilleros, que son tan buena gente y se lo merecen todo. Este alcalde es emblemático y tiene su pegada. El otro gran protagonista del día en la Cope fue el presidente Emiliano García-Page, pero eso ya lo conté ayer y no me voy a repetir, queridos.
Total, que citando a Page acabo de acordarme del consejero más protestón de su gobierno, el superjefazo del campo castellano-manchego, Francisco Martínez Arroyo, que tiene la cosa tal que un poco empantanada. Ya lo sé: él dirá que no y que lo hace todo muy bien. Lo de “protestón” no es porque lo sea él, sino por las muchas veces que le montan broncas con los tractores en la calle y los agricultores y ganaderos en pie de cabreo general un día y otro día. La próxima ya está convocada para el 24 de mayo y no tiene pinta de que vaya a ser la última, a un año justo de las próximas elecciones autonómicas, que el tiempo pasa que es una barbaridad. Le vendrían bien al consejero unas pilas de recarga y atender al mundo rural, que tanto clama y tanto necesita. Que se las regale Page, que salen muy bien de precio, o sea.
No quiero olvidarme de saludar aquí a Tita García, la alcaldesa de Talavera y la protagonista política de una semana muy especial en su ciudad: son los días de las Mondas, fiestas de interés turístico nacional, ofrenda sagrada a la Virgen del Prado y tradición ancestral de toda una comarca que se quiere y se festeja. Un año incluso vino a la ciudad la Reina Sofía, siempre tan bien recibida. Queremos a Talavera y estos días son para disfrutar del buen programa elaborado por el ayuntamiento y reforzar la identidad de un pueblo que, tal vez, tendría que dar un impulso a su orgullo, tantas veces herido. El día grande será el sábado con el Gran Cortejo. Felicidades, Tita, y a seguir bien.
Cospedal y la cacería
Una vez más. María Dolores de Cospedal, expresidenta de Castilla-La Mancha, exministra y exsecretaria general del PP, ha vuelto a quedar libre de acusación en un caso en el que era imputada. Ahora ha sido la Operación Kitchen, pero antes fueron múltiples causas, sin que hasta el momento haya sufrido ninguna condena. “La verdad resplandece tras un largo imperio de la mentira”, cuentan de nuevo desde su entorno. Cierta izquierda política, que ya provocó su caída, ha perseguido sin tregua a Cospedal y ha obtenido sus réditos, pero la Justicia, por ahora, viene diciendo otra cosa. Embarulla, que algo queda, aunque sea de forma inmoral. Cospedal gobernó con mano firme en una etapa muy difícil en Castilla-La Mancha, y se equivocó en cuestiones fundamentales, pero yo siempre tuve muy claro que no mereció la cacería a la que constantemente fue sometida. Suma y sigue.