El Gobierno de Castilla-La Mancha subvencionará en los próximos años la construcción de un mínimo de 10.000 viviendas en suelo de titularidad pública y avalará a sus compradores para que las familias y jóvenes "con ingresos estables" de la región puedan convertirse en propietarios en un contexto de subida de precios y gran tensión inmobiliaria en varias zonas en expansión como el Corredor del Henares, en Guadalajara, o la comarca de la Sagra, en Toledo.
Así lo han explicado este martes en el toledano Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, tanto el presidente regional, Emiliano García-Page, como el consejero de Fomento, Nacho Hernando, que junto a responsables del sector de la construcción han presentado el 'Plan 10.000 viviendas en Castilla-La Mancha', en el que colaborarán los ayuntamientos y que está financiado en buena medida con fondos europeos.
Según ha detallado Hernando, los promotores optarán a una subvención pública de 700 euros por metro cuadrado -hasta un máximo de 50.000 euros por vivienda- y la administración avalará a los compradores el 20 % del precio de la casa para que puedan afrontar la entrada pese a no contar con los ahorros suficientes, puesto que las entidades financieras no suelen conceder hipotecas por encima del 80 % del valor del inmueble.
El consejero, además, ha explicado dichas viviendas (de las cuales 3.000 se construirán en la provincia de Guadalajara, 2.000 en la de Toledo, 1.900 en la de Albacete, 1.900 en la de Ciudad Real y 1.200 en la de Cuenca 1.200) servirán también para "ofrecer alquileres asequibles al menos durante los próximos 50 años", aunque ya se están estudiando otros modelos que amplían ese plazo hasta los 65 años.
Tanto Hernando como García-Page han insistido en que el 'Plan 10.000 viviendas en Castilla-La Mancha' "no supone, ni mucho menos, construir vivienda social", en palabras del consejero. "Esto es otra cosa. Se dirige a familias con ingresos estables y a jóvenes que, con todo, no pueden acceder a una vivienda porque el mercado no está dando la respuesta que todos queremos", ha añadido.
No son para "colectivos marginales"
En la misma línea, el presidente del Gobierno autonómico ha aclarado: "No son 10.000 vivienda sociales para colectivos marginales, que quede muy claro. No queremos contratar al promotor, que haga la obra y quedarnos nosotros de caseros. Ese modelo no funciona y la experiencia me dice que es un gran problema, porque nos las vemos y nos las deseamos para que nos teminen pagando las mensualidades. No soy partidario de ese cliché anticuado de que la administración debe convertirse en un gran casero".
Así, García-Page ha señalado que el modelo que está impulsando el Ejecutivo que preside es el de "casar los intereses de la rentabilidad en la construcción, estimulando con dinero al sector, con el interés público de tener viviendas para comprar o alguilar a precios razonables".
Así, ha asegurado que el Plan desarrollado en colaboración con los constructores castellano-manchegos se trata de un "acuerdo no para intervenir en el mercado, sino influir en el mismo de manera moderada y sensata" ahora que hay zonas de Castilla-La Mancha en la que se atisva un "colapso en el mercado inmobiliario, con una deriva de alquileres que se ha ido de madre y, en ocasiones, precios incrementados también por los pisos turísticos".
"Hay algunos puntos donde el mercado no está dando la respuesta que queremos", ha asegurado en ese sentido Nacho Hernando, que ha hecho referencia a las capitales de provincia, al Corredor del Henares y la comarca de la Sagra. "La solución viene por aumentar la oferta y que haya más viviendas a un precio asequible", ha defendido el consejero, que ha rechazado "fórmulas que con una enorme carga ideológica no dan ninguna respuesta", en referencia a la limitación de los precios del alquiler.
El 'Plan 10.000 viviendas en Castilla-La Mancha' contempla una inversión pública de 106 millones de euros, aunque el Gobierno regional estima que "vamos a poder aplancar una inversión privada de más de 1.400 millones de euros". "La colaboración público-privada en Castilla-La Mancha no son palabras vacías", ha señalado. Según Hernando, la previsión es que este plan genere 25.000 puestos de trabajo, aunque podrían llegar a ser 50.000 si se cumplen las estimaciones más favorables.
"Quizá nos acabemos encontrando con un problema de mano de obra", ha apuntado con optimismo García-Page sobre el potencial de creación de empleo que conlleva el plan. El presidente, además, ha dicho que "ojalá sean más de 10.000" las viviendas construidas en los próximos años gracias a esta colaboración público-privada, y se ha mostrado dispuesto a "negociar más fondos". "La experiencia nos dicen que este plan se va a ampliar", ha finalizado.
Como representante del sector, el secretario general de la Federación Regional de Empresas Constructoras de Castilla-La Mancha (FERECO), Manuel Carmona, ha reconocido que "el reto de las 10.000 viviendas es ambicioso, y mucho", pero que "los constructores y promotores de la tierra estamos para trabajar y dar la cara, como hemos hecho siempre".
Carmona ha recordado que la apuesta pública por el fomento del alquiler y de la rehabilitación de viviendas es muy necesaria, pero que sigue habiendo "muchas familias y jóvenes que aspiran a tener una vivienda en propiedad". "La vivienda fija población, por lo que es igual de importante que existan incentivos a la compra", ha comentado.