Cuarenta y siete minutos. Este fue el tiempo que el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su servicio público de salud, el SESCAM, tardó en rechazar las mascarillas de la 'trama Koldo' al considerarlas "claramente defectuosas".
Así consta en unos correos electrónicos que forman parte del sumario y a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM. En estas comunicaciones se apunta a que el director de Ciudad Real International Airport SL (CRIA) -empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real-, Rafael Gómez Arribas, pudo actuar de intermediario entre uno de los supuestos cabecillas, Víctor de Aldama, y el SESCAM.
El último eslabón de la cadena, la persona que hizo llegar la oferta al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha fue José Fernando Sánchez Bódalo, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de CRIA entre noviembre de 2017 y febrero de 2021.
Sánchez Bódalo, exconsejero de Industria y Trabajo de Castilla-La Mancha entre 1997 y 1999 en el Gobierno de José Bono, remitió la oferta de 350.000 unidades de mascarillas a 1,24 euros en un correo electrónico enviado el 16 de junio de 2020 a las 23:07 horas.
Tan solo cuarenta y siete minutos después, a las 23:54 horas, una responsable del departamento de 'Suministros' del SESCAM descartó la compra al considerar que, según la valoración de la SGS -una empresa certificadora-, "claramente las mascarillas son defectuosas y por ello no podemos valorar su adquisición".
Al día siguiente a primera hora de la mañana, Sánchez Bódalo contesta a la negativa del SESCAM con otro correo electrónico en el que asegura que "siente la interpretación del informe" en el que se escuda el SESCAM para no realizar la adquisición. A su juicio, la dicha técnica "señala claramente como máximo permitido 21 defectos tanto menores como mayores y la inspección encuentra 5 menores y 3 mayores. Ninguno crítico".
En la misma comunicación, agrega que "esos mínimos defectos no afectan a los aspectos relacionados con la protección de la salud (inhalación/exhalación y filtrado) que son objeto de otro informe y que no presentan problema alguno". Por ello, espera "haber aclarado el asunto" e insiste en que "la oferta sea considerada en los términos propuestos", algo que finalmente no sucedió.
Las mascarillas defectuosas que sí compraron otros gobiernos autonómicos socialistas como los de Baleares y Canarias nunca llegaron a ser ni encargadas ni mucho menos pagadas por el Ejecutivo de Castilla-La Mancha pese a que fueron ofrecidas en los momentos más críticos de la pandemia de coronavirus, cuando los equipos de protección individual escaseaban.
Este hilo de correos electrónicos entre Sánchez Bódalo y la trabajadora del SESCAM fue enviado ese mismo día, el 17 de junio, por parte de Rafael Gómez Arribas a Víctor de Aldama, lo que sitúa la director de CRIA como intermediario de uno de los hombres fuertes de la trama al menos en este intento de operación.
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El exdirector de Comunicación y Relaciones Institucionales de CRIA ha explicado en El Mundo que en esa época, su entonces jefe en el aeropuerto de Ciudad Real tenía interés en vender mascarillas y que a él se le "encargó que las ofreciera" porque "tenía conocidos en la Junta de su etapa anterior".
Por eso, hizo la gestión "sin ningún problema y con toda transparencia", pero sin saber que Aldama estaba detrás de la operación y que las mascarillas no reunían los requisitos técnicos necesarios.
Ningún contrato
Fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha han asegurado a este periódico que el Ejecutivo de Page no mantuvo relación comercial alguna con las empresas que están siendo investigadas.
"Ni por activa ni por pasiva ni perifrástica hubo relación directa de la Junta con las empresas que se están investigando, como se recoge en el sumario judicial del caso", ha defendido este sábado el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, que ha exigido al presidente del PP regional, Paco Núñez, que rectifique las "insidias y calumnias con las que ha querido difamar al Gobierno de Emiliano García-Page" en el 'caso Koldo'.