El PSOE celebra este sábado el primer Comité Federal desde el acuerdo alcanzado entre el PSC y ERC para una financiación singular en Cataluña y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha llegado con las pistolas cargadas. "No me han llamado, no tengo ninguna información. Vengo con una enorme preocupación por el país y por los valores fundacionales de la izquierda y la socialdemocracia", ha señalado a su entrada en Ferraz.
El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha ha aprovechado su intervención ante los medios de comunicación para reclamar a la dirección una copia del acuerdo firmado con ERC, un documento que "nadie me ha mostrado" y que "solo refleja el cupón independentista, lo que dice ERC, no lo que avala el PSOE", ha criticado.
"Hablé a finales de julio haciendo referencia al borrador de Esquerra Republicana, pero lo cierto es que a estas alturas conmigo no hace falta que hablen. Me vale con que me den una copia del acuerdo firmado. Me llama la atención que todo el mundo hable de que se va a cumplir lo firmado y yo no he visto un documento firmado", ha subrayado.
"Una burda manipulación de la realidad"
Page ha añadido que ese documento que expone ERC "es mucho más egoísta que socialista", "francamente incomprensible e indefendible". "Este partido se fundó para evitar los privilegios. Comparar estímulos fiscales de 10 millones de euros a Cuenca, Teruel o Soria es una burda manipuación de la realidad. O es una broma o es un intento de confundir a la gente. Aquí todos sabemos de qué va la vaina. No creo que haya muchos tontos que se traguen esto. Es un documento grave desde la perspectiva constitucional y desde los valores socialistas", ha dicho.
Page ha justificado que "no se puede poner patas arriba los consensos constitucionales" y ha destacado que "es muchísimo más importante y grande la militancia que los dirigentes de hoy, de mañana y del pasado". "Hay que entender que una parte importante de la militancia consiste en la autocrítica. Una condición necesaria para la izquierda", ha reiterado.
"Aquí todos estamos en contra de que gobiernen Vox y el PP, pero eso no es un cheque en blanco para poder incluso jugar con los valores y los principios del PSOE, no es a cualquier precio", ha destacado.
El presidente castellano-manchego ha preguntado "qué tiene de singularidad una enfermedad de riñón en Tortosa respecto a alguien que la tenga en Valladolid" o "qué tiene que apreder de más un chiquillo en las Ramblas que no necesite aprender otro de Almendralejo".
Por último, Page ha señalado que va a felicitar a Salvador Illa porque "aporta mucho para Cataluña y es una parte sustancial de la solución allí", pero ha indicado que también está dispuesto a "discrepar". "Él, como presidente, tiene que defender lo que crea mejor para Cataluña y yo, como presidente, tengo que hacer lo mismo, pero se trata de que la política nacional no venga interpuesta por ninguna comunidad", ha zanjado.
Así ha preparado su intervención
Este sábado, Sánchez se enfrenta por primera vez, desde su reelección en 2017 como secretario general del partido, a la oposición de varios de sus barones más críticos, entre los que se encuentran Emiliano García-Page y Javier Lambán. Al cónclave han asistido todos los barones socialistas, excepto el asturiano Adrián Barbón, que por problemas de agenda no ha podido representar a su federación.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, el presidente de Castilla-La Mancha ha preparado su intervención en el Comité Federal con los dos vicepresidentes de la región, José Luis Martínez Guijarro y José Manuel Caballero. Asimismo, después del último Consejo de Gobierno tuvo una larga reunión con su consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, para ahormar su discurso.