Siete años de prisión por acuchillar a un vecino que tenía la música alta en Albacete
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a siete años de prisión a un acusado de un presunto delito de intento de homicidio y a otro de lesiones, confirmando así la pena a la que se llegó a acuerdo entre las partes en el juicio, tras reconocer el acusado los hechos. La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, recoge como hechos probados que sobre las 22.30 horas del 23 de septiembre de 2017, las dos víctimas estaban cenando con sus respectivas familias en la puerta de la casa de una de ellas, en Albacete.
En un momento dado, el hijo del anfitrión puso música en un altavoz lo cual molestó al acusado, vecino de los otros y que también estaba con su familia a la puerta de su casa, en la misma calle. La sentencia señala que el procesado, seguramente molesto por el volumen de la música, se dirigió hacia el lugar donde estaban cenando los hermanos, con el cuchillo que estaba usando para cenar, y, sin mediar palabra y sin provocación, le propinó a uno de ellos un pinchazo en el abdomen.
Seguidamente, el procesado se volvió y se dirigió a la otra víctima y, usando el mismo cuchillo y con ánimo de causarle la muerte, le propinó una cuchillada en el abdomen, marchándose seguidamente corriendo del lugar de los hechos y deshaciéndose del cuchillo. Inmediatamente después de producirse los hechos, los heridos fueron trasladados por sus familiares el Hospital General de Albacete para que fueran atendidos de las lesiones sufridas.
Lesiones producidas
Como consecuencia de estos hechos, una de las víctimas resultó con lesiones en flanco izquierdo que no penetró en la cavidad abdominal, de 8 centímetros aproximadamente, y de las que curó a los 30 días, uno de ellos en estado grave. Le ha quedado una cicatriz como secuela.
El otro herido resultó con herida abdominal penetrante, hemoperitoneo y rotura del músculo psoas izquierdo, unas lesiones de las que curó a los 30 días, cuatro de ellos en estado particular grave, y le ha quedado como secuela una cicatriz. Sus lesiones afectaron a zonas vitales de forma que, si no hubiera recibido atención médica inmediata, hubiera estado en grave riesgo su vida.
Sobre las 22.40 horas del día de los hechos, el acusado fue a la Comisaría de Policía Nacional de Albacete y manifestó que, momentos antes, se encontraba cenando con sus familiares en la calle y que se habían acercado dos individuos que conoce de vivir en el barrio y, sin motivo alguno, habían comenzado a agredirlos, ofreciendo respuesta él y su familia con patadas y puñetazos.
Pese a la renuncia manifestada por los perjudicados en su declaración en el Juzgado de Instrucción, el procesado ingresó 3.000 euros en la cuenta del procedimiento, de los que se entregaron 1.500 euros a cada víctima.