Después de que el papa Francisco dejase claro en noviembre de 2020 que los homosexuales son hijos de Dios, por lo que tienen derecho a permanecer en la familia sin ser discriminados, hay ciertos sectores de la iglesia católica a los que les cuesta evolucionar en ese sentido.
"No se juzga ni se acusa, ni se señala, ni se rechaza a la persona, pero su forma de vivir, esos criterios que se van desarrollando, nosotros no estamos obligados a aceptarla", aseguró el pasado 14 de agosto durante su sermón dominical Óscar Robledo, párroco del municipio albaceteño de San Pedro, refiriéndose al colectivo LGTBi.
Durante su polémica homilía, el sacerdote insistió en su teoría: "Cada persona es libre en su elección, en sus decisiones, en sus acciones, pero eso no quiere decir que esa libertad que se toman tenga que ser aceptada como algo normal, como lo correcto".
Así, el párroco albaceteño añadió sobre el amor entre homosexuales: "Hay cosas que no pueden ser aceptadas y nosotros las vamos asumiendo poco a poco como algo normal, como algo de la realidad, como algo querido por Dios. Por ejemplo, la situación de parejas del mismo sexo. Una cosa es que sea común y otra cosa es que sea normal, y otra cosa es que sea querido por Dios".
En la misma línea, el cura de San Pedro también cargo contra el lenguaje inclusivo durante su sermón. "El detalle que a mí me parece contradictorio es que ese lenguaje rechaza a los otros. Ya no hay que decir todos y todas, sino todes. Entonces no es inclusivo, es excluyente".
Ideología de género y pederastia
Pero el religioso fue mucho más allá y llegó a alertar sobre una supuesta corriente para normalizar y despenalizar la pederastia bajo el escudo de la ideología de género. "La académica canadiense (que defiende esa supuesta tesis) y otros muchos más que promueven estas ideas, las están tomando también para borrar la línea que hay entre el niño y el adulto, para llegar a decir que no existe niño ni existe adulto, sino que todos somos lo que somos. Por lo tanto, los que hoy son catalogados como pedófilos ya no son calificados como delito ni como una gravedad psicológica, sino que es una identificación sexual. Por lo tanto, el varón tiene derecho y el niño está en su deber de asumir una relación con el adulto".
En declaraciones a la cadena SER, el alcalde de San Pedro, Daniel Sancha, ha adelantado que el Ayuntamiento de la localidad albaceteña, de poco más de mil habitantes, ya ha comunicado al párroco "que no compartimos sus palabras y las condenamos de manera rotunda". "No vamos a permitir este tipo de discursos porque somos un pueblo comprometido y abierto con todos los colectivos", ha añadido el máximo responsable del Consistorio.
Además, varios colectivos en defensa de los derechos del colectivo homosexual, sindicatos como Comisiones Obreras y UGT o partidos como Izquierda Unida, Unidas Podemos o el Partido Comunista han firmado un comunicado conjunto en el que acusan al presbítero de San Pedro de "promulgar un discurso de odio contra la dignidad de las personas LGTBIQ+".
"Queremos manifestar y denunciar públicamente nuestro rechazo rotundo a las palabras de este párroco e invitarle a que se acerque y conozca nuestra realidad que, desde luego, dista mucho de los estereotipos y prejuicios que destilo en la liturgia del pasado domingo", han añadido, entendiendo las palabras del cura como "un ataque grave a la convivencia entre personas de diferentes orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género, así como una forma malintencionada de asociar sexualidades concretas a la pederastia".