Las donaciones de ojos humanos permiten la mejor formación a los futuros oftalmólogos de la región
Las donaciones de ojos permiten a los médicos residentes que trabajan en el Servicio de Oftalmología del Área Integrada de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) perfeccionar diferentes técnicas quirúrgicas y aprender más detalles sobre la anatomía ocular.
Los futuros oftalmólogos, que adquieren conocimientos y habilidades de mano de algunos de los mejores especialistas del mundo, pueden practicar así sin lesionar de forma irreversible ninguna estructura vital, ha informado la Consejería de Sanidad en nota de prensa.
"Es casi como volver a hacer prácticas en la Facultad de Medicina", ha explicado el jefe de este Servicio de Oftalmología, Fernando González del Valle, quien ha asegurado que el hospital alcazareño es el único centro sanitario del país que utiliza este método de aprendizaje.
En el quirófano no existe margen de error, el cirujano debe aunar una extraordinaria precisión con un perfecto conocimiento de la tecnología empleada, ha señalado el especialista, para quien sacar partido a la donación mediante la docencia permite a los residentes realizar una formación completa, moderna y clásica a la vez.
"Utilizamos estructuras del globo ocular para hacer determinadas cirugías, así le damos un sentido completo a la donación y también permite a nuestros residentes poner en práctica todos los conocimientos adquiridos", ha recalcado el doctor González del Valle.
Además de esta labor docente, hay ocasiones en las que se aprovechan las donaciones para buscar innovaciones quirúrgicas, tal y como ocurrió cuando hace ahora 14 años un joven de la provincia falleció en accidente de motocicleta y sus globos oculares llegaron al Banco de Ojos del hospital alcazareño.
El oftalmólogo ha recordado el empeño de su equipo por conseguir que de aquella fatalidad naciera algo positivo y fue cuando se les ocurrió que, en vez de utilizar la habitual técnica para diseccionar el globo ocular, se intentara un novedoso método ideado por ellos para extraer la úvea (capa pigmentada interior del ojo).
Clases prácticas
Estas clases prácticas sirven para estudiar en el microscopio todas las relaciones que existen en un ojo: venas, nervios y arterias, además de las distintas estructuras oculares, lo que permite "ver y palpar algo que hasta ese momento sólo conocen por los libros", ya que el contacto físico del globo ocular "añade una emoción que permite tener un conocimiento sobre anatomía quirúrgica del ojo mucho más profundo e inolvidable", ha subrayado el doctor.
Para completar el proceso de aprendizaje mediante este mecanismo de repetición, está previsto que dentro de poco llegue a Alcázar de San Juan un simulador quirúrgico con el que realizar prácticas en formato digital, algo que los residentes harán una vez que hayan alcanzado el nivel de rendimiento requerido.
Esta tecnología reproduce de una forma cercana a la realidad escenarios de diferentes actividades quirúrgicas, además de disponer de utensilios equivalentes a los que se utilizan en quirófano.
De esta manera, la apuesta formativa del sistema Médico Interno Residente (MIR) que desde el año 2007 realiza el Servicio de Oftalmología del Hospital de Alcázar es ahora, si cabe, aún mayor.
Para González del Valle, intentar "alcanzar una excelente docencia" supone "el pasaporte para que los mejores especialistas se queden" trabajando tanto en Alcázar de San Juan, como en otros centros hospitalarios de Castilla-La Mancha.