CCOO Castilla-La Mancha ve urgente combatir la dura realidad de personas trabajadoras "malviviendo en naves abandonadas", después de que el pasado fin de semana el incendio en una nave industrial en Manzanares sacara a la luz lo que, según los primeros indicios, "parece ser un centro de trabajo y de alojamiento ilegal en el que se encontraban varias personas de origen extranjero que resultaron gravemente heridas".

En nota de prensa, el sindicato indica que el mes de agosto ha finalizado en Castilla-La Mancha con 5.127 personas extranjeras menos afiliadas a la Seguridad Social. El mayor descenso se ha producido en el Sistema Especial Agrario (-5.097; -24,70%) por el fin de las campañas del ajo en Cuenca y Albacete. También, y por quinto mes consecutivo, baja la afiliación en el Sistema Especial de Empleadas de Hogar.

Es muy notable la presencia de personas extranjeras en el sector agrario en la comunidad autónoma, muchos de ellos trabajando y viviendo en condiciones muy precarias, siendo incluso víctimas de explotación y fraude laboral.

"Una situación que preocupa mucho a CCOO de Castilla-La Mancha y que el conjunto de agentes sociales y administraciones tenemos que combatir para garantizar un empleo digno en el campo, y así lo trasladamos en la reunión de la Comisión Regional de Flujos Migratorios celebrada hace unos días en la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha", afirma la secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales de CCOO, María Ángeles Castellanos.

Según indica, en Castilla-La Mancha la precariedad laboral y la pobreza tienen una presencia destacada y las personas extranjeras son aún más vulnerables ante esta realidad, llegando a situaciones extremas, viviendo y trabajando en naves que parecen abandonadas o acampando en cualquier sitio ante las dificultades de acceder a viviendas temporales dignas, principalmente durante las campañas agrícolas".

Además, señala que no se puede obviar que muchas de estas personas se trasladan con sus familias por lo que la precariedad también se extiende a menores o personas mayores que malviven en espacios que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad.

"No se puede olvidar que es el trabajo de estas personas el que genera buena parte de la riqueza de la región y el reparto justo de esta riqueza también ha de llegar a las personas extranjeras", concluye.