Ciudad Real despide al toledano Rafael Torija, quien fue su obispo durante 23 años
La catedral de Ciudad Real ha acogido este lunes la misa exequial de Rafael Torija, obispo emérito de la diócesis de Ciudad Real y quien ocupó el cargo de obispo durante más de veinte años, que falleció el sábado 2 de marzo a los 91 años.
Representantes de las administraciones local, provincial y autonómica, como la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, y la consejera de Empleo, Patricia Franco, así como políticos de varios partidos -entre ellos el expresidente de la Junta y diputado del PSOE en el Congreso por Ciudad Real, José María Barreda, y la exalcaldesa de Ciudad Real y diputada del PP en el Congreso Rosa Romero- y también autoridades militares han asistido este lunes a la catedral para acompañar a los familiares de Torija.
A la misa, que ha sido oficiada por el obispo prior de Ciudad Real, Gerardo Melgar, también han asistido otros obispos eméritos de otras diócesis, como el obispo emérito de Albacete Ciriaco Benavente; el obispo emérito de Ciudad Real Antonio Algora, y los obispos eméritos de la diócesis de Orihuela-Alicante Victorio Oliver Domingo y Rafael Palomero Ramos.
En la homilía, el obispo prior de Ciudad Real ha elogiado que Rafael Torija fue "un gran regalo de dios" para la diócesis de Ciudad Real, porque fue "un pastor sencillo, cercano, interesado por todos y por todos sus problemas y siempre estuvo al lado de los que más le necesitaban en cada momento".
"Ha sido un pastor fiel y solícito del rebaño de Cristo en Ciudad Real que pastoreó durante 27 años", ha alabado Melgar, que también ha querido recordar a Rafael Torija como un "obispo cercano a todos, por eso el recuerdo de su persona es un recuerdo imborrable como persona sencilla y cercana", que además "animó, representó y garantizó la vivencia de la fe de la Iglesia y la proclamación del Evangelio".
Rafael Torija nació en Noez (Toledo) el 18 de marzo de 1927 y fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1952.
Fue obispo auxiliar de Santander entre los años 1969 y 1976, prior de la órdenes militares y obispo de Dora entre 1976 y 1980 y primer obispo de Ciudad Real desde 1980 y 2003, cuando presentó su renuncia por edad y fue aceptada por el papa Juan Pablo II.
Fue obispo consiliario de la Acción Católica entre 1971 y 1976 y presidente de las Comisiones Episcopales de Apostolado Seglar y de Seminarios y Universidades.
Pésame del papa
El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en nombre del papa Francisco, ha enviado al actual obispo, Gerardo Melgar, un escrito de pésame con motivo del fallecimiento del obispo emérito, que ha llegado minutos antes del comienzo de la misa exequial.
En él, según ha informado la Delegación Diocesana de Medios de Comunicación, el Papa expresa su "sentido pésame" a los familiares y fieles diocesanos del difunto prelado, ofrece "sufragios" por su eterno descanso, y les otorga con afecto "la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en el señor resucitado".