Durísima condena al padre que agredió sexualmente a sus hijas en Castilla-La Mancha
La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a 81 años y medio de prisión a S.C., hombre juzgado por agredir sexualmente hasta en seis ocasiones a sus hijas --menores de 16 años ambas en el momento de los hechos-- en la localidad de Villarrubia de los Ojos aprovechando que la madre había regresado a Rumanía.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, dictada por un tribunal presidido por la presidenta de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, María Jesús Alarcón, se considera probado que el padre agredió sexualmente a las menores entre enero y mayo de 2017, por lo que impone una pena de 13 años, 6 meses y un día por cada uno de los delitos.
Además, también considera probado en el juicio que el padre violó y obligó a practicar sexo oral a la mayor de sus hijas en el campo en mayo del mismo año pese a que la chica se desdijo de lo que había declarado en la denuncia y en la prueba preconstituida ante el juez en el momento en el que ocurrieron los hechos.
Precisamente el tribunal ha concedido más credibilidad a esas primeras declaraciones cuando sucedieron los hechos en los que "relató de forma pormenorizada cuanto había acontecido con su padre desde el mes de enero hasta mayo de 2017". "Su declaración fue amplia y minuciosa sobre lo acontecido", reza la sentencia, y considera que si se ha retractado dos años después es por la "culpabilidad" que siente de ver a su padre en la cárcel.
Además, en una sentencia de 26 folios, la presidenta del tribunal entiende que la declaración prestada por la hija mayor en fase de instrucción es susceptible de valorarse como prueba objetiva para enervar la presunción de inocencia, en tanto que la misma fue objeto de agresión sexual al menos en cuatro ocasiones, como así se deduce del relato de hechos probados y de las pruebas que se presentaron.
Entre ellas, la sentencia se refiere a que cuando presentó denuncia ante la Guardia Civil, sus indicaciones sobre la violación fueron claras y precisas y no tuvo ninguna duda indicando perfectamente a los agentes el lugar donde ocurrió. "Toda la información facilitada por la menor fue corroborada por otros elementos periféricos, así también se recogió la manta donde el acusado la obligo a recostarse para culminar el acto sexual".
Asimismo, el perfil genético del padre encontrado en la ropa interior de la menor y en su cuerpo son otras de las pruebas que la jueza ha considerado como determinantes para enervar la presunción de inocencia del acusado y considerar probado que agredió sexualmente hasta en seis ocasiones a sus dos hijas, siendo más agresivo con la mayor.
La sentencia considera, por tanto, como probados los hechos narrados en la fase de la instrucción por la menor, su hermana, otros testigos --corroborados por las periciales-- y en los que se recoge que el hombre, de 47 años en el momento de cometer los hechos, aprovechó una madrugada en que su mujer estaba en Rumanía para agredir sexualmente a las dos niñas, que entonces tenían 14 y 15 años, practicándoles tocamientos por todo el cuerpo y sexo oral, tras lo que las amenazó con matarlas si decían algo.
Posteriormente, a principios de abril de ese mismo año, cuando la familia se mudó a otra vivienda de Villarrubia de los Ojos, hizo entrar a la niña de 15 años a su habitación, que cerró con pestillo, para volver a agredirla sexualmente con amenazas de que las iba a matar a ella, a su hermana o a su madre, y a continuación hizo lo mismo con su hija menor.
El 27 de abril, día en que la niña de 15 años celebraba su cumpleaños y la madre de las niñas regresaba de Rumanía, el acusado dijo a la mayor --ante la otra hermana-- que la iba a "hacer suya".
El 3 de mayo se la llevó a un paraje en el campo donde la violó y la obligó a practicarle sexo oral al menos hasta en cinco ocasiones a pesar de la resistencia de la niña, a la que golpeó en numerosas ocasiones y amenazó con cortar a su hermana y su madre "en cachitos".
El acusado, durante este tiempo, "con evidente ánimo de menoscabar la integridad física de su esposa" la golpeaba e insultaba ante sus hijas.