La Guardia Civil ha desmantelado una organización delictiva, que operaba en Manzanares (Ciudad Real) y en Santaella (Córdoba), dedicada a la falsificación y contrabando de tabaco que vendía en países como Inglaterra, Italia o Rusia, en una operación en la que han sido detenidas 27 personas.

Los 27 detenidos, que proceden de países del Este de Europa y tienen entre 29 y 62 años de edad, integraban una organización delictiva que producía grandes cantidades de labores de tabaco de forma ilegal en diferentes naves repartidas por el territorio nacional que vendían en países de Europa, que en los cuatro meses de actividad habría tenido una capacidad de producción de unos 200 millones de euros.

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, y el coronel jefe interino de la Comandancia de Ciudad Real, Humberto Urruchi, han dado a conocer este jueves en rueda de prensa los pormenores de la operación 'Pastela', que se inició después de que en septiembre de 2018 se produjera incendio en una nave del polígono industrial de Manzanares en el que murieron dos personas y otras 16 resultaron heridas.

Inspección ocular

La inspección ocular de la nave puso al descubierto una gran cantidad de tabaco picado y maquinaria industrial, además de una zona creada a modo de vivienda para los operarios que trabajaban en la nave incendiada. Investigaciones posteriores corroboraron que la actividad de la nave era la fabricación, elaboración y distribución de cigarrillos a partir de tabaco picado de manera ilegal, ya que se desconocía la procedencia de la picadura con la que se elaboraban.

La coordinación de la Guardia Civil con Europol determinó que la organización conseguía grandes cantidades de picadura de tabaco que trasladaba hasta las naves, en las que se realizaban las fases de producción, elaboración y distribución del tabaco, para su posterior traslado a otros países donde la vendían.

La organización captaba a los operarios en países del Este de Europa para trabajar en las naves por periodos de un mes aproximadamente, por lo que no levantaban sospechas, ya que ninguna de estas personas tenía visado para trabajar y habían entrado a España como turistas. Estos trabajadores vivían en el interior de la nave durante toda la estancia y eran reemplazados continuamente para no generar lazos amistosos entre ellos ni con la población local.

Los investigadores interceptaron un camión cuando salía de una de las naves perteneciente a la organización en el que hallaron numerosos palés de tabaco falsificado, ya preparado para su distribución y venta, que estaban ocultos tras otros dos palés sin carga. Fue detenido el conductor del camión y la persona que conducía un vehículo "lanzadera", que se situaba delante del vehículo pesado como medida de seguridad para evitar ser interceptados, tras de lo cual se llevó a cabo el registro de tres naves industriales en Santaella.

Trabajo ilegal

Dentro de las tres naves fueron arrestadas 23 personas que se encontraban en ese momento trabajando en la elaboración ilegal de tabaco, así coma a otras dos personas, vecinas de Santaella, que eran sus propietarias. En su interior fueron intervenidas 1.154.400 cajetillas de tabaco, 750 kilos de tabaco picado, 2.000 kilos de cigarrillos liados y 2 palés de cigarrillos defectuosos, suyo valor asciende a unos 9.700.000 euros, mientras que estima que esta fábrica habría tenido una capacidad de producción de 200 millones de euros durante los cuatro meses que duró su actividad, con una capacidad diaria de producción de 1.200.000 euros.

En la operación, que ha coordinado el Juzgado de Instrucción número 1 de Manzanares ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Ciudad Real y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en coordinación con Europol.