Médicos y enfermeros de Ciudad Real se protegen a sí mismos comprando 1.700 test PCR
Los Colegios de Médicos y Enfermería de Ciudad Real han colaborado para la adquisición de 1.700 test PCR que han sido entregados al Servicio de Microbiología del Hospital General de Ciudad Real para que sean repartidos, proporcionalmente, entre los hospitales con laboratorios preparados para la realización de este tipo de pruebas (Ciudad Real, Puertollano y Alcázar de San Juan).
Por su parte, el Servicio Público de Salud, comenzará en breve a realizar test rápidos de anticuerpos SARS-Cov-2 mediante determinación con suero a los trabajadores asintomáticos de las instituciones sanitarias del Sescam (atención especializada, atención primaria, urgencias, emergencias y transporte sanitario y coordinación e inspección), con o sin contacto directo diario con pacientes con coronavirus, para la realización de un estudio de seroprevalencia y así determinar la situación de inmunidad de los sanitarios, según ha informado los colegios en nota de prensa.
Los Colegios de Médicos y Enfermería quieren que este material, adquirido con fondos colegiales que antes se destinaban a otras partidas como sus tradicionales fiestas en honor a sus respectivos patrones, sirva para proteger a los profesionales sanitarios porque cuidar de ellos es proteger la salud de todos. Ambos colectivos, igualmente, han hecho llamadas públicas a las autoridades sanitarias para la provisión del material de protección adecuado y homologado para todos los niveles asistenciales como única forma de frenar esta crisis generada por el COVID 19.
Los test PCR son muy eficaces pero un poco más complejos y requieren personal entrenado y preparado para su correcta realización. La rápida propagación de la enfermedad ha hecho necesario otro tipo de diagnóstico más veloz ante la evolución del virus, los test rápidos, que permiten conocer en 10-15 minutos si una persona está o no infectada (las PCR pueden tardar varias horas). De esta forma, se puede mejorar el cribado en la población y limitar los ensayos de PCR sólo a aquellos pacientes que, con sintomatología, den un resultado negativo mediante los test rápidos.