Destrozan la última obra de uno de los grandes arquitectos de Castilla-La Mancha porque "les parecía fea"
El Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha ha salido en defensa de la última obra que realizó el daimieleñoMiguel Fisac, en colaboración con cuatro jóvenes arquitectos, dos años antes de su fallecimiento. Se trata del Polideportivo de la Alhóndiga de Getafe, con “un proyecto sobrio, sereno y equilibrado, elegante en su sencillez, en cuya gris estructura se podían descubrir diferentes figuras geométricas y texturas que convertían sus paredes de hormigón, en obras únicas y características por sus acabados, como único fue su autor Miguel Fisac”.
Hace unas semanas, en una iniciativa en la que tomaba parte el Ayuntamiento de Getafe junto con otras organizaciones como la Fundación Vicente Ferrer o Greenpeace España, se le celebraba la primera edición del CI Urban Festival, festival de arte urbano. Como parte de este evento, el imponente edificio perdía el brillo de su gris característico para pasar a convertirse en un gran lienzo sobre el que el equipo de Boamistura estampaba una gran gama de colores sobre los que se puede leer la palabra “Empatía”.
El colegio de arquitectos regional denuncia que “no hablamos de una nave abandonada y que el gris de sus paredes no es algo pobre, sino que en él se pueden descubrir formas y brillos que le conferían una gran personalidad”. “Fisac era un virtuoso del hormigón, era su sello”, ha destacadoElena Guijarro, decana del colegio de arquitectos.
En Radio Daimiel, Guijarro ha lamentado que el Ayuntamiento de Getafe no haya entendido ese valor “y como les ha parecido feo lo han tapado". "Ese es el problema, la falta de conocimiento y de cultura de muchos dirigentes políticos, que no se informan de lo que tienen entre manos”, ha añadido. A pesar de la inmediata reacción del colegio y de muchos arquitectos del país ante “este desaguisado”, el Ayuntamiento de Getafe no ha dado visos de arrepentimiento o pesar por lo ocurrido y, hasta la fecha, no ha contestado siquiera al escrito enviado.
Es más, en las únicas declaraciones que ha hecho su concejal de Cultura al respecto, se niega a rectificar y señala que el pabellón carecía de valor porque es una obra de 2004. “Es increíble, sobre todo cuando fue el propio Ayuntamiento de Getafe el que promovió el concurso que ganó Fisac con otros cuatro jóvenes arquitectos. Me sorprende que ellos no sepan el alcance de algo que han gestionado directamente”, indica.
“A nadie se lo ocurriría pintar encima de un Picasso o vestir una escultura de Botero porque está desnuda. La arquitectura es un arte y la buena hay que valorarla y defenderla porque luego pasa lo que pasa”, añade.
Guijarro cree que la reversión de la intervención va a ser complicada y que la textura del hormigón que diseñó Fisac será difícil que vuelva a ser como la original. “Por suerte, hay dos paredes que no se han tocado, ahí vamos a tener la comparativa si se intenta arreglarlo”, explica.