El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha mostrado este lunes su satisfacción por la marcha de las obras del nuevo hospital de Puertollano (Ciudad Real), que hasta el momento se ejecutan según lo previsto y no han registrado ninguna dificultad técnica.
Durante una visita a las obras, acompañado del alcalde, Adolfo Muñiz, y del personal directivo de la Gerencia de Área, el consejero ha explicado que ya ha culminado una primera fase de movimiento de tierras y se ha procedido a instalar las primeras zapatas y estructuras.
En este sentido, ha advertido de que la obra constituye una operación sumamente compleja, y de hecho ha aseverado que supondrá la pérdida de una de las salidas de vehículos del antiguo hospital, por lo que los técnicos están considerando la posibilidad de establecer doble circulación en el recinto para facilitar la entrada y salida de coches.
Respecto al cronograma, el consejero se ha mostrado confiado en que las actuaciones se desarrollen conforme a lo previsto durante los próximos 45 meses, momento a partir del cual será demolido el actual hospital.
A preguntas de los medios de comunicación, Fernández Sanz ha señalado que, hasta el momento, las obras no se han visto afectadas por la falta de material o el incremento del precio de materia prima derivada de la guerra en Europa y el alza de la inflación, y que de hecho ya se aumentó el presupuesto inicial en otros 22 millones de euros para hacer frente a esta situación.
Por su parte, el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, ha mostrado su satisfacción por el desarrollo de las obras a cargo de FCC y ha agradecido, en este sentido, la "implicación" del Gobierno regional por la sanidad pública y por el propio pueblo de Puertollano.
A su juicio, estas obras "espectaculares" se erigen en una promesa cumplida, "un hecho real que va evolucionando de forma estupenda como una realidad palpable", ha concluido.
La primera piedra del futuro hospital fue colocada el pasado 12 de abril por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Con una superficie de 64.000 metros cuadrados y un presupuesto de 118 millones euros, el proyecto arquitectónico contempla un nuevo edificio, de configuración sensiblemente horizontal, que distribuye su programa funcional en cuatro plantas sobre rasante y una planta semisótano, destinada principalmente a aparcamiento.
El nuevo edificio desarrolla un esquema de doble peine sobre el que se apoyan las diferentes funcionalidades, facilitando la separación de recorridos y la ordenación del trabajo asistencial.