Ciudad Real, la provincia más afectada por el paso de la borrasca Nelson en los últimos días, está comenzando a recuperar la normalidad. A las 9:00 horas de este martes, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha desactivado el Plan de Riesgo de Inundaciones en Castilla-La Mancha (PRICAM), que se encontraba en fase de alerta en la provincia desde las 22:00 horas del pasado viernes, día 30 de marzo, ante el riesgo de desbordamiento del río Bañuelo, en el municipio de Fernán Caballero.
No obstante, todavía hay una carretera cortada al tráfico, la CR-413 en Los Pozuelos de Calatrava, mientras que la CM-4114 ha sido reabierta en Malagón a las 13:30 hroas de este martes. También siguen en nivel amarillo las carreteras CR-7224 y CR-711.
Desde el Servicio de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha, han informado que la desactivación del PRICAM se debe a la evolución "positiva" de las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y a la mejora de la viabilidad en las carreteras afectadas por la borrasca.
De igual modo, han confirmado que la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha señalado que la situación en Fernán Caballero se encuentra controlada, dado que el río Bañuelo ha vuelto a su cauce, mientras que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha eliminado los avisos hidrológicos por superación de umbrales para los ríos Jándula y Ojailén.
Balance del temporal
Durante el tiempo de activación del PRICAM han sido varias las carreteras de la red provincial que resultaron afectadas por las inundaciones, bien con cortes totales del tráfico o con precaución en la circulación por desprendimientos o desbordamientos.
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En su mayoría han sido vías pertenecientes a la red autonómica, a excepción de la N-502. Además, la línea férrea entre Ciudad Real y Badajoz estuvo sin circulación de trenes, debido también al agua que anegó parte de las vías.
Más allá de las molestias o la cuantía económica, en ningún caso ha habido que lamentar daños personales.