Un ravero en Ciudad Real.

Un ravero en Ciudad Real. Samuel Domínguez

Ciudad Real

Los organizadores de la rave de Ciudad Real querían desplegarse en la terminal del aeropuerto, según los propietarios

Publicada
Actualizada

Llegar a la terminal de pasajeros del Aeropuerto de Ciudad Real. Éste era el propósito de los primeros vehículos que en la noche de Año Nuevo llegaron a esta infraestructura para participar en la rave ilegal que finalmente congregó a más de 6.000 personas durante más de 150 horas en unos terrenos adyacentes, según han manifestado fuentes de la empresa propietaria, Ciudad Real International Airport (CRIA), a la agencia Efe.

Según esta versión, la primera que conocemos por parte de CRIA desde la celebración de la fiesta ilegal, en esos momentos, alrededor de 50 vehículos "invadieron con violencia" el lado aire del aeropuerto -el que engloba pistas, hangares y zona de aparcamiento de aviones- rompiendo dos accesos de la valla perimetral.

"Pusieron en peligro la infraestructura aeroportuaria, pista, plataformas de estacionamiento de aeronaves, calles de rodaje, depósitos de combustible, central eléctrica y demás edificios, además de las aeronaves allí estacionadas y mantenidas", han agregado. 

Pese a todo, desde CRIA aseguran que gracias a que la Policía Nacional y la Guardia Civil actuaron "con eficacia", estos vehículos fueron desalojados del recinto, por lo que la 'Big Fucking Party' finalmente se desarrolló en unos terrenos limítrofes también propiedad del aeropuerto.

Sin embargo, este relato de los hechos no coincide con el que han expresado fuentes próximas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado consultadas por EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM. 

"Cuando los agentes llegaron, no hubo que practicar ningún desalojo porque no había nadie en el interior del aeropuerto", apunta esta versión, que añade que algunos de esos primeros raveros "forzaron la cerradura de dos vallas para llegar al lugar final" donde se desarrolló el festival ilegal.

A partir de ese momento, las fuerzas de seguridad tejieron un operativo compuesto por 170 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civique se encargó de mantener la seguridad de los asistentes y de los habitantes de las poblaciones cercanas.

Tanto los recursos de la zona de Ciudad Real como agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional con base en Toledo y una Unidad de Intervención Policial (UIP) desplazada desde Madrid controlaron los accesos y salidas de la zona.

Uno de los momentos de mayor tensión se vivió en la madrugada del 3 al 4 de enero, cuando un hombre fue detenido por amenazar con un cuchillo a otras personas que se encontraban en el lugar.

Este capítulo llevó al Ayuntamiento de Ciudad Real a pedir un desalojo inmediato de la macrofiesta clandestina que finalmente no llegó a producirse

Mientras, desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha no han querido entrar en el detalle del operativo al entender que se trata de un asunto que ahora mismo está judicializado en el que su labor terminó en el mismo momento en el que los últimos asistentes a la fiesta tecno abandonaron el lugar.

Más de 50 toneladas de basura

Cuatro días después de que la música se apagara, en torno a 50 toneladas de basura se amontona en una superficie de alrededor de 65 hectáreas y 5 kilómetros de perímetro.

Este es el cálculo que se hace desde el aeropuerto, que ha sido informado por RSU Ciudad Real, la empresa pública que gestiona la recogida de residuos en casi toda la provincia, que deben ser ellos quienes se hagan cargo de la limpieza de los desperdicios según ha estimado el Ayuntamiento de Ciudad Real.  

"Hemos hecho un comunicado al Ayuntamiento de Ciudad Real y otras administraciones competentes para que, si es ese su criterio, nos lo indiquen por escrito para proceder a ello, siempre autorizados con su permiso pues consideramos que el tratamiento de tales cantidades de residuos y su impacto ecológico requieren de autorización o licencia por las administraciones afectadas", ha señalado la entidad aeroportuaria.

El alcalde señala a los organizadores

Desde el Consistorio de Ciudad Real, el alcalde Francisco Cañizares ha asegurado que deben ser los organizadores los que corran con los gastos de la retirada de esa basura porque "ni el Ayuntamiento ni los vecinos de Ciudad Real son los responsables".

"Parecía que aquello al final era una cosa muy bonita, pero no es tan bonita porque genera muchos costes y muchos daños, por lo que alguien tiene que ser el responsable y alguien tendrá que asumirlo", ha asegurado Cañizares en unas declaraciones a Europa Press en las que afirma que están dispuesto a "colaborar" en las labores de limpieza, en la medida de sus posibilidades, a pesar de que la gestión de residuos "no es un servicio municipal directo", sino que está concertado con RSU Ciudad Real.

Por último, CRIA ha señalado que han formulado diversas denuncias al juzgado y a la Policía Nacional por una ocupación ilegal que les han causado múltiples daños y afecciones. Así, en el momento en el que obtengan las primeras respuestas, obrarán "en consecuencia", han sentenciado.