Absueltos cinco de los siete procesados por pertenecer a una banda criminal que operaba en Cuenca

El Juzgado de lo Penal número 1 de Cuenca ha absuelto de todos los cargos a 5 de los 7 acusados de pertenecer a una banda criminal que operaba en Cuenca, mientras que dos han sido condenados a 4 y tres años y medio de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación y dos faltas de lesiones.

La Fiscalía había pedido para los siete acusados penas que iban desde los nueve a los 28 años de cárcel por varios delitos, entre ellos asociación ilícita, amenazas, detención ilegal, robo con violencia o lesiones.

Tras la vista oral celebrada en los juzgados de Cuenca entre abril y mayo, la jueza ha decidido declarar nulas las intervenciones telefónicas en los terminales de varios de los acusados el 11 y el 27 de noviembre de 2009, tal y como pidieron las defensas durante el juicio, al considerar que "no se ajustan a las exigencias constitucionales determinantes de su validez".

En su acusación, la Fiscalía sostenía que se trataba de una banda organizada, con estructura piramidal, dedicada a la comisión de delitos durante el verano y el otoño de 2009 y que "utilizaba menores de la zona" para ayudarles o para cometer delitos.

No hay indicios

Sin embargo, la sentencia recoge que no se ofrece "indicio alguno de la existencia de una mínima estructura organizativa de esa supuesta asociación ilícita, no permitiendo otra conclusión más que los acusados constituían una pandilla callejera de amigos o simples conocidos que entran en contacto con los testigos relacionados en los oficios porque vivían en barrios próximos de Cuenca".

Sí se considera probado y se condena a dos de los acusados por un robo con violencia e intimidación cometido el 24 de septiembre de 2009 en una vivienda ocupada por tres jóvenes, a los que les sustrajeron varias plantas de marihuana y algo de dinero, y la jueza les condena a tres años y medio y cuatro de prisión, respectivamente, por un delito de robo con violencia y por dos delitos de lesiones.

Estos dos acusados tendrán que pagar también una onceava parte cada uno de las costas del juicio, mientras que las otras nueve serán consideradas de oficio.

Respecto a las versiones que algunos de los testigos modificaron durante el juicio para exculpar a los acusados, la sentencia recoge que "la juzgadora intuye, de nuevo, que pudieran concurrir las motivaciones de temor hacia las posibles represalias".