El Carbono 14 deja al descubierto el secreto de una joya arquitectónica de Cuenca
El origen del Puente Romano de Poyatos ha resultado no ser "romano" como se ha catalogado desde su descubrimiento si no que es de la época medieval. Así lo han asegurado los arqueólogos conquenses Santiago David Domínguez-Solera y Miguel Ángel Muñoz García tras realizar una prueba de Carbono 14.
En declaraciones a Europa Press, uno de los arqueólogos responsables Santiago D. Domínguez, ha afirmado que lo más novedoso es que "se ha podido identificar finalmente un puente casi desconocido, que no era mencionado en la documentación y que es la huella de una de las fases más interesantes de la historia medieval de lo que finalmente sería la Provincia de Cuenca".
Se pensaba que este puente era romano y así lo anunciaban los carteles indicadores. Pero las técnicas de cantería y mampostería que lucía hicieron pensar a los investigadores ya desde el principio que tal atribución cronológica era errónea.
Se pensó más bien que era de época de la Mesta y o renacentista, pero un análisis de Carbono 14 de los restos orgánicos presentes en la cal de su arcada, uno de los elementos arquitectónicos que primero se construyeron, ha dado una fecha de entre el año 1025 y el 1165.
El puente es realmente pleno-medieval, en torno al año 1100 y elaborado en momentos musulmanes, en época Almorávide, en el contexto cercano a la conquista cristiana de la Serranía de Cuenca. Se ha podido precisar un poco más su fundación por comparativa con otros trabajos de cantería coetáneos.
En el verano de este año 2017 comenzaron los trabajos de restauración y rehabilitación del puente antiguo por parte de Gregorio García Molinero. El monumento, denominado Puente Barbazoso, pertenece al término municipal de Poyatos y, por ser un bien patrimonial inventariado en la Carta Arqueológica de Poyatos, necesitaba de los obligatorios trabajos arqueológicos previos y en paralelo a la obra propiamente dicha. La estructura se ha limpiado y reparado en sus patologías, se le ha colocado una nueva barandilla para volver a hacerlo transitable y, por supuesto, se está modificando la cartelería que lo llamaba "romano".
La arquitecta encargada de la misma ha sido Marta Olalla Montalbo y los arqueólogos que han dirigido los estudios han sido Santiago David Domínguez-Solera y Miguel Ángel Muñoz García (Ares Arqueología y Patrimonio Cultural). La obra ha sido promovida y financiada por el Ayuntamiento de Poyatos y por la Diputación Provincial de Cuenca.