La Policía retira dos aparatos falsos en sendas clínicas estéticas de la región: producen quemaduras
Agentes de la Policía Nacional han intervenido doce aparatos falsificados de medicina estética en centros de belleza de once provincias (A Coruña, Cuenca, Albacete, Barcelona, Granada, La Rioja, Málaga, Valencia, Salamanca, Tarragona y Tenerife).
Una mujer sufrió quemaduras en su rostro al recibir un tratamiento de belleza destinado al rejuvenecimiento de la piel mediante la aplicación de disparos de luz que regeneran el tejido con uno de los aparatos intervenidos.
El arrestado importaba las máquinas desde China a través de una empresa ubicada en Pontevedra y posteriormente las distribuía, como si de productos originales se tratase, por un valor de 15.000 euros la unidad.
Las ofertaba a través de las redes sociales y ferias del sector y demostraba a los compradores su supuesta autenticidad entregando certificados falsos que acreditaban la superación de pruebas de calidad.
Solo 30 unidades originales en toda España
La investigación se inició al advertir que una mujer había sufrido lesiones en el rostro tras recibir un tratamiento de rejuvenecimiento de la piel en una clínica de estética.
Los agentes, tras este hecho, sospecharon que podría tratarse de un aparato falsificado, por lo que realizaron las actuaciones necesarias para averiguar el origen de la máquina empleada durante la sesiones.
Pronto confirmaron sus sospechas y vieron que se trataba de la imitación de unidades de alta tecnología -de las cuales únicamente hay 30 piezas en el mercado español- y cuyo precio ronda los 40.000 euros.
Avanzada la investigación los agentes dieron con el proveedor, una empresa ubicada en Pontevedra que llevaba más de tres años importando estos aparatos falsos provenientes de China.
Una vez que llegaba a España el producto no original, el responsable de la mercantil lo ofertaba en redes sociales y ferias de belleza, convenciendo a los posibles compradores de su originalidad a través de certificados falsos que acreditaban la superación de exigentes pruebas de calidad.
De esta manera los propietarios de las clínicas de estética sufrían un engaño al pagar más de 15.000 euros por un producto original cuando en realizad recibían una copia falsa.
Los aparatos falsos se encontraban en funcionamiento hasta su intervención, lo que ha afectado no solamente a la imagen de las marcas compradoras, sino que también suponían un riesgo para la salud de los clientes.
El responsable de la venta ilegal ha sido arrestado en Pontevedra por un presunto delito contra la propiedad industrial, un delito de estafa y por falsedad documental.