La procesión con más desmadre de Castilla-La Mancha vuelve a indignar a los vecinos
La asociación de vecinos del casco antiguo de Cuenca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ha rechazado el gran 'botellón' al aire libre que se organizó tras la procesión del Domingo de Ramos en la capital, que generó multitud de orines, vómitos y basura por toda la parte alta de la ciudad.
Uno de los integrantes de la asociación de vecinos del casco, Rafael Gascón, ha lamentado, en declaraciones a Efe que "un año más" no haya vuelto a haber civismo tras la procesión del Domingo de Ramos, que fue multitudinaria debido además al buen tiempo y las altas temperaturas.
Según Gascón, miles de personas permanecieron durante horas en la parte alta de la capital de 'botellón' y sin un lugar donde miccionar, a excepción de los bares.
Esto ha generado orines, incluso a las puertas de multitud de viviendas particulares, como recogen las fotografías difundidas por la cuenta oficial de la asociación de vecinos en las redes sociales.
Gascón ha lamentado además que el Ayuntamiento de Cuenca no haya previsto para estos días la instalación de más urinarios públicos, más limpieza en calles que no son principales, además de un sistema de control para evitar el consumo de alcohol entre los menores.
A su juicio, situaciones como las que se vivieron este domingo generan problemas de "convivencia y salubridad" entre los conquenses, y, sobre todo, entre los vecinos del barrio, además de dudas en la protección del Patrimonio.
Por su parte, el Consistorio conquense ha indicado a Efe que los operarios han trabajado intensamente desde este domingo para mejorar la limpieza en la zona, al tiempo que ha reclamado civismo a los ciudadanos.