Todo preparado en Guadalajara para que las bajas temperaturas no afecten a las carreteras

La Diputación de Guadalajara ha activado el Plan de Vialidad Invernal 2017/2018 para actuar si fuera necesario ante la alerta amarilla por bajas temperaturas que se espera a partir de este viernes en la provincia, en particular, y en la península, en general.

Para ello se han distribuido los medios materiales a través de los Centros Comarcales desde donde se recibirán los avisos para actuar en caso de emergencia garantizando la vialidad de las carreteras provinciales.

Así lo ha anunciado en nota de prensa el vicepresidente tercero y diputado delegado de Obras e Infraestructuras, José Ángel Parra, quien ha explicado que la provincia queda dividida en cinco zonas coincidentes con la ubicación de las brigadas de carreteras: Cogolludo, Guadalajara, Cifuentes, Sigüenza y Molina de Aragón.

Además, cada zona cuenta, a su vez, con distintas áreas de actuación según la probabilidad de nevadas y sea alta, media y baja.

Para la correcta aplicación del Plan, la Diputación ha puesto medios materiales para poder garantizar también los accesos a los municipios, sobre todo en la zona de la Sierra y de Molina de Aragón, ha detallado Parra, quien ha añadido que ya llevan unas semanas preparados e incluso ya han tenido que actuar en alguna ocasión días atrás.

Ha añadido que se disponen, además, de varios equipos con más de una decena de trabajadores prevenidos para hacer uso de los más de 20 equipos repartidos en las cinco zonas tales como camiones, máquinas retroexcavadoras y depósitos de sal.

Quitanieves

Del mismo modo, las máquinas retroexcavadoras disponen de cuchilla para la retirada de la nieve desarrollando un trabajo fundamental para la limpieza en pequeños accesos a municipios o en nevadas de bajo o medio nivel.

Al igual que el año pasado, los camiones han sido dotados de equipos GPS que permiten hacer un seguimiento continuo de su ubicación y conocer puntualmente las posibles incidencias.

En total se atiende una red viaria de 1.500 kilómetros, priorizándose día a día las necesidades de actuación según los riesgos que se hayan fijado en cada momento, en gestión que realiza en coordinación con la Delegación del Gobierno de España en Castilla-La Mancha.