Señalizan varios pozos abandonados en Castilla-La Mancha para evitar accidentes
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), en el marco de los trabajos de restauración de las laderas del embalse de Alcorlo, está instalando barreras alrededor de pozos de la antigua industria minera de la zona para prevenir posibles accidentes y proteger este patrimonio cultural y geológico.
En el monte protector del embalse de Alcorlo se han encontrado hasta 23 pozos de dimensiones muy variables, siendo la mayoría de aproximadamente 1,5 por 1,5 metros en planta, excavados en piedra y con una profundidad de hasta 40 metros.
Estos túneles fueron horadados para la extracción de plata cuando la zona era un importante centro minero. Tras el cese de esta industria a principios del siglo XX, estos pozos fueron abandonados, según ha informado la CHT en nota de prensa.
Para asegurar la integridad de las personas y la fauna tanto silvestre como doméstica, protegiendo este patrimonio histórico, la Confederación está procediendo a su cerramiento con postes de acero galvanizado recibidos con hormigón y guarnecidos con malla cinegética de 2 metros de altura.
Esta actuación se encuadra dentro del proyecto de repoblación forestal de las laderas del monte protector del embalse de Alcorlo para prevenir la erosión del suelo y la colmatación del embalse. La capacidad de almacenamiento de agua del embalse de Alcorlo, construido en 1978, ha disminuido por la colmatación sufrida, efecto directo de los procesos erosivos existentes en el monte que rodea el embalse. Esto, además, repercute en una pérdida de calidad de la misma para consumo humano y riego.
En la primera fase del proyecto, que el organismo está llevando de forma conjunta con la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha repoblado la parte suroccidental del monte, unas 335 hectáreas, con 410.000 plantas.
La segunda fase, que se está ejecutando durante este año, afecta a una superficie de 570 hectáreas distribuida en ambos márgenes septentrionales del monte, donde se prevén plantar cerca de 130.000 plantas.
La reforestación contribuirá a mitigar los efectos del cambio climático, conservando la biodiversidad de la zona con la creación de nuevos ecosistemas de bosques que, además, contribuirán a la absorción de dióxido de carbono.
En el entorno de Hiendelaencia, en el centro de la Serranía de Atienza, se constituyó a partir de 1844 uno de los centros mineros de plata más importantes de España, ya que la cantidad de plata obtenida fue muy grande para tan pequeño yacimiento. La explotación permaneció activa pero con bastantes altibajos por sus filones irregulares hasta principios del siglo XX, cuando sus escasos rendimientos llevaron a su paralización total e incluso al desmantelamiento de las instalaciones a partir de la década de 1950.