Miriam Vallejo

Miriam Vallejo

Guadalajara CRIMEN DE MECO

El móvil de la castellano-manchega Miriam fue manipulado después de ser asesinada

26 agosto, 2019 09:10

Numerosas incógnitas siguen sin resolverse en torno al crimen de Meco. Según publica El Español este lunes, el teléfono móvil de la joven castellano-manchega Miriam Vallejo, asesinada a puñaladas el pasado 16 de enero cuando paseaba a sus perros en un descampado cercano a su vivienda deVillanueva de la Torre (Guadalajara),fue manipulado después del crimen. "De este modo, los agentes barajan la hipótesis de que alguien que conocía a la víctima y sus claves pudo borrar algún mensaje de móvil", asegura el citado diario.

Por el momento, el único detenido como presunto autor de los hechos es Sergio Sáez, que compartía el chalet de Villanueva con su novia y con la propia Miriam. De hecho, según Informativos Telecinco, la posible motivación del crimen podría tener que ver con que el presunto asesino (ya se encuentra en prisión provisional) y la víctima mantuvieron relaciones sexuales a espaldas de la novia del primero, que a su vez era íntima amiga de la fallecida. En ese sentido,fuentes de la investigación apuntan que Sergio sentía "un gran odio" por Miriam, motivado por laenvidia y los celos. No obstante, los agentes todavía tienen que esclarecer que es lo que ocurrió durante el tiempo que vivieron juntos.

Sin embargo, según el atestado policialal que ha tenido acceso 'El programa del Verano' (Telecinco) apunta a que quizá fuesen varias personas y no solo una las que atacaron mortalmente a Miriam. Así,según reveló una testigo que estaba en el lugar de los hechos, escuchó que Miriam gritaba "¡Soltadme, dejadme!".

Según El Español, otro de los supuestos con el que también trabajan los investigadores es que Miriam hubiese quedado con alguien la noche de los hechos. Así se desgrana de la declaración de otro testigo que se cruzó con la joven cuando paseaba a sus perros y se dirigía al descampado.Según relató esta persona, después de ver a 'Mimi' no se volvió a cruzar con nadie más en el camino. Lo que apunta, por un lado, que podría había quedado con alguien allí, o que tuvo un encuentro fortuito con su agresor o agresores.