El Grupo Municipal A Guadalajara hay que quererla (Aike) ha propuesto que las personas mayores de 65 años que vivan solas y quieran compañía cedan una habitación de su casa a estudiantes, durante el curso académico, a cambio de compañía.
En opinión de Aike, el precio de los alquileres no favorece la estancia de estudiantes que cursan sus estudios universitarios en Guadalajara y este convenio favorecería relaciones intergeneracionales y solventaría la soledad no elegida, así como facilitar el proceso de emancipación de las personas más jóvenes, ha señalado en nota de prensa.
El concejal de Aike Jorge Riendas ha explicado que "el aislamiento generacional empobrece las relaciones sociales de nuestra ciudad" y, por ello, "apostamos por tejer redes, crear comunidad entre los vecinos de Guadalajara".
Ha precisado que el 'Programa Convive' es una realidad en Madrid desde 1995 o en ciudades como Granada, Sevilla o Cádiz desde 1991. "No estamos inventando la pólvora, esto ya existe, y lo que proponemos es implantarlo también en Guadalajara".
"Rejuvenecer esta ciudad también puede hacerse a través de las universidades y la juventud que viene a estudiar pueda disfrutar de la ciudad y se quede", ha agregado Riendas, quien ha opinado que este intercambio intergeneracional supone un enriquecimiento para ambas partes.
Este programa se llevaría a cabo mediante un convenio con la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y el centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Guadalajara, y ha planteado que la selección de las candidaturas y su seguimiento la realice la concejalía de Bienestar Social.
"Creemos que esta medida no conlleva un gasto significativo pero sí genera beneficios para los vecinos y la propia ciudad", ha defendido Riendas.
Este programa consiste en que una persona mayor de 65 años, autónoma, que se siente sola, decide acoger en su casa a una persona joven, un estudiante, con una serie de requisitos básicos, como que la comunidad estudiantil no pagaría el alquiler, pero sí que compartiría los gastos con las personas mayores con las que convivan.
Además, se comprometería a pasar con ella entre dos y tres horas al día, a repartir como acuerden, y también a compartir los gastos cotidianos y a asumir el gasto de su comida.