Polémica por la inminente reforma del Alcázar de Guadalajara
El colectivo Alcázar, constituido para la defensa del patrimonio de la ciudad, ha pedido al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara la revisión y modificación del proyecto de rehabilitación de esta fortaleza cuando apenas restan unas horas para la adjudicación de las obras, crítica a la que el primer teniente de alcalde y concejal de Obras, Rafael Pérez Borda, ha respondido con que no van a "tolerar" poner en riesgo el monumento por "colapso de los muros" si se retrasaran los trabajos.
Así, si bien desde esta plataforma consideran que la actuación prevista por el equipo de Gobierno es "altamente agresiva" para un entorno protegido, y que no supone la recuperación del edificio, Pérez Borda, en declaraciones a Europa Press, ha manifestado no entender a qué intereses puede obedecer aunque ha precisado que "alguno de los participantes" de este colectivo "se presentó al concurso" para la redacción del proyecto, y no gano. "Tal vez eso tenga algo que ver", ha señalado.
Para este movimiento ciudadano, la inversión de 1,2 millones de euros que se pretende llevar a cabo en esta obra, de la que un millón de euros es con cargo al 1,5% Cultural, debería centrarse en trabajos de conservación, restauración y estudio de esta fortaleza militar bombardeada en 1936 y no en construir unas rampas y muros para hacer una calle peatonal, así lo han denuncian cuatro de los integrantes de este colectivo.
Entienden que después de casi 15 años sin realizar ningún tipo de intervención en Alcázar, parecía una buena noticia la inversión de cerca de un millón euros por parte del Ministerio de Fomento a través de 1,5% Cultural, pero lamentan el hecho de que no se pretenda ningún tipo de intervención dentro del Alcázar, ni tan siquiera en sus muros, sino que son obras que se van a centrar en poner rampas y muros de hormigón junto al edificio "para crear un acceso peatonal entre el parque fluvial del barranco y la travesía de Madrid", ha señalado uno de sus integrantes, Javier López-Roberts.
"Es un proyecto que actúa fuera del alcázar", apuntan, reclamando al Gobierno municipal que se "repiense" el proyecto, lo revise y modifique antes de proceder a la contratación de las obras, y que elimine el conjunto de rampas y muros de hormigón y lleven a cabo el recalce de la ladera de una forma más acorde a los criterios arqueológicos y estéticamente menos agresiva, centrando la inversión en los necesarios trabajos de conservación, restauración y estudio que estas ruinas, han indicado.
Mientras, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo ha precisado que lo que se va a realizar son una serie de muros de recalce de la cimentación que se aprovecharán para hacer una rampa teniendo en cuenta que dichos muros "están en grave peligro de colapso" si no se actúa en sus cimientos.
Pérez Borda no entiende las razones que llevan a este colectivo a mostrar esta oposición en este preciso momento, cuando este proyecto lo conocen algunas personas de esta plataforma desde 2018 ya que formaban parte de la anterior Corporación Municipal.
El concejal ha incidido en que en ningún caso se les puede acusar a ellos de tener "intereses ocultos" pese a reconocer que pueda haber a quien guste este proyecto y a quien no, insistiendo en que no comprende "a qué vienen estos planteamientos en el último día", teniendo en cuenta que este martes se adjudica la ejecución de la obra.
Por último, según Pérez Borda, si ahora modificasen el proyecto, no podrían acogerse a la subvención del millón de euros del Ministerio. "Se va a ejecutar para proteger nuestro patrimonio", ha puntualizado.