El hijo de Manuel y Martina, el matrimonio que apareció muerto este lunes en su casa de Brihuega (Guadalajara) con signos de violencia, ha confesado a la Guardia Civil que acabó con la vida de sus padres tras discutir con ellos por dinero.
Según han informado fuentes próximas a la investigación a Efe, el detenido, que se encuentra en prisión provisional sin fianza, confesó a la Guardia Civil que se había desplazado desde Madrid -donde reside habitualmente- hasta la localidad guadalajareña para pedir dinero a sus padres, con quienes tuvo una discusión que le hizo acabar con la vida de ambos.
Estas mismas fuentes han explicado que, tras cometer los hechos, decidió inventarse que había encontrado los cadáveres al levantarse de la siesta y que, en vez de avisar al Servicio de Emergencias 112, había recurrido a un amigo para contarle lo sucedido. Sin embargo, los agentes dudaron de su versión, ya que al preguntarle si había visto salir a alguien del domicilio lo negó y tampoco había señales de que las puertas de la vivienda hubieran sido forzadas.
Fue un vecino quien dio el aviso
Manuel y Martina, de 70 y 62 años, fueron hallados en su casa este lunes -ubicada en la calle Cronista Antonio Pareja Serrada de la localidad- con signos de violencia por arma blanca.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 16:15 horas y fue un vecino del matrimonio quien dio el aviso a la central 062 del Instituto Armado. Inmediatamente, se desplazaron hasta el lugar del suceso agentes de la Guardia Civil y la Policía Judicial, que se ha hecho cargo de la investigación, un médico de Urgencias y una ambulancia de Soporte Vital Básico.
En un primer momento, el hijo, que habría sufrido problemas de salud mental con anterioridad, fue ingresado en el área de Psiquiatría del Hospital de Guadalajara. Sin embargo, ante las sospechas de los agentes, el martes por la tarde fue detenido y el miércoles pasó a disposición judicial, que decretó prisión provisional comunicada y sin fianza imputándole como presunto autor de dos delitos de homicidio/asesinato.
Emotiva despedida
El pueblo de Brihuega casi al completo, familiares y amigos, han dado este viernes por la tarde el último adiós al matrimonio que el pasado lunes aparecía muerto con signos de violencia en su domicilio briocense, con la celebración de una misa de despedida en la parroquia de Santa María de la Peña.
Una misa en la que ha intervenido el coro de Brihuega y en la que la propia hija del matrimonio ha tenido al final unas palabras de agradecimiento para todos los asistentes a esta emotiva despedida.
El hijo del matrimonio fallecido se encuentra detenido desde el pasado martes y en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el miércoles por su presunta implicación en esta muerte violenta. De manera provisional se le imputa como presunto autor de dos delitos de homicidio/asesinato, imputación que se tendrá que concretar a lo largo de la investigación judicial.
Los hechos ocurrieron en un domicilio de la calle Cronista Antonio Pareja Serrada de la localidad guadalajareña. Fue un vecino de este matrimonio el que alertó al Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha.
El Ayuntamiento de Brihuega decretaba dos días de luto oficial -miércoles y jueves- por la muerte de esta pareja como testimonio "del dolor" de la localidad, tremendamente conmocionada por la tragedia.