El alcalde de Campillo de Ranas (Guadalajara), Francisco Maroto, ha pedido al Gobierno central que ahora que ha concluido la temporada más peligrosa de riesgo de incendios, sería el momento de "meter recursos" para combatirlos ya que, en el caso de pequeños municipios como el suyo, han pasado "mucho miedo" este verano ya que, como otros muchos pueblos de la provincia, viven fundamentalmente del turismo y, "si mañana se quema el monte, matamos la gallina de los huevos de oro", ha dicho.
Por ello, habida cuenta del cambio climático palpable, este alcalde de la provincia de Guadalajara cree que urge "una mayor implicación" del Gobierno central en materia de incendios y de agua, que ha de pasar por "poner más recursos a nivel estatal" porque las comunidades autónomas no pueden afrontar este gasto, ha señalado a Europa Press.
Este alcalde socialista se ha mostrado convencido de que estos asuntos deberían tomarse en serio, y ha propuesto, incluso, la construcción de dos "pequeñas presas" en el Jarama y en el Jaramilla, que surtirían de agua a los pueblos del entorno. "Eso no lo puede hacer el Gobierno regional sino que debe ser una intervención estatal", ha abundado
Para Maroto, la realidad es que desde el momento que se abandona el campo y los pueblos se quedan sin población, también desaparece el ganado y, con ello, el monte se llena de maleza y se corre más riesgo de generarse cualquier fuego.
Mucho miedo
"Yo he pasado mucho miedo todo el verano", ha subrayado Maroto tras precisar que sufrir un incendio supondría para su pueblo y el entorno el cierre de las quince casas rurales porque "la gente no viene a encontrarse un sitio pelado y negro", ha añadido.
En todo caso, para el alcalde de este pequeño pueblo de la Arquitectura Negra, no es suficiente con la "buena intención" que pueda poner la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, "que la está poniendo", sino que tiene claro que debe darse una intervención estatal porque "una comunidad autónoma no cuenta con recursos suficientes para afrontar este tipo de situaciones".
"No vale con apagar, hay que prevenir porque algunos montes están muy sucios. Hay pinares que se sembraron en los sesenta, a los que no se ha dado utilidad y están llenos de leña caída que una vez que se prende, se prende todo", ha declarado muy preocupado ante una realidad en la que, hoy, "los pinares no se están cortando para explotación maderera porque no son rentables y hay una acumulación de pinos secos que cuando se monta un incendio, no para", ha concluido.