El paso de la DANA que descargó fuertes cantidades de agua en la provincia de Guadalajara durante el fin de semana y provocó la activación del Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteocam) en fase 1 de alerta desde las 17:30 horas del viernes hasta las 13:00 horas del domingo, ha dejado a 31.000 vecinos de 35 pueblos pertenecientes a la Mancomunidad de Aguas del río Tajuña sin agua potable. 

Todo porque la gran cantidad de barro y residuos sólidos que ha sido arrastrada por el agua ha llegado a la planta potabilizadora que abastece a estos municipios e impide el tratamiento correcto del agua desde la noche del sábado.

El director técnico de la Infraestructura del Agua de Castilla-La Mancha, Fernando Payán, ha asegurado en declaraciones a EFE que los ramales de Chiloeches, Pozo de Guadalajara, Pozo Atanzon y Valfermoso de Tajuña son los ramales más afectados; mientras que el menos afectado es el de Pastrana, aunque "va a acabarse viendo afectado por completo", ha reconocido, al tiempo que recordaba que ya se vivió una situación similar en 2020.

Por su parte, la directora de Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, Silvia Díaz, ha confirmado que ya se han movilizado camiones cisterna para abastecer a los pueblos más afectados.

Ante esta situación extraordinaria, también ha pedido a los vecinos que tengan recursos propios como pozos o manantiales, que se abastezcan de ellos de manera temporal.

Yebes mantiene el suministro con sus depósitos

Algunas localidades, como Yebes, han podido subsanar esta problemática gracias al agua que tienen almacenada en sus depósitos. No obstante, han pedido a la ciudadanía un consumo responsable dada la "capacidad limitada" de este recurso.

Respecto a cuándo podrá recuperarse la normalidad, Payán ha explicado que ahora mismo están esperando a que se reduzca la turbidez del agua para "meterlo en la planta y que sea tratado, y esté en unas condiciones que se pueda distribuir sin afectar a toda la red".