El pequeño municipio guadalajareño de Chera, con media docena de habitantes en invierno, todavía mira con temor al cielo con atención tras los numerosos e importantes daños causados por la DANA del pasado fin de semana.
El pasado viernes, las fuertes tormentas provocaron que el barranco que deriva hasta Chera concentrara el agua en el pueblo, destrozando caminos, viviendas de particulares, cocheras, la ermita, el cementerio y algunos cultivos. Ante lo ocurrido, los vecinos del municipio están preocupados, por la posibilidad de que vuelva a repetirse.
"La tierra está todavía muy empapada de agua y cada gota resbala. Estamos preocupados porque hay un camino que hace como de presa y desagua por un tubo, por lo que si el barranco viene lleno se va comiendo el terreno y podría llegar a reventar causando un grave problema", ha expresado el alcalde, Javier Calvo.
El regidor ha asegurado que Chera "parecía un mar" el pasado viernes y los mayores del lugar "no recuerdan nada igual.
Afrontar los desperfectos
Además de afectar a caminos y obligar a sacar las imágenes de la Ermita de la Asunción, en el cementerio el agua destrozó tumbas, llegando a hundir varias cruces de las lápidas.
La intención es ponerse manos a la obra en cuanto sea posible para afrontar los desperfectos. Por el momento, la Diputación de Guadalajara ya se ha puesto en contacto con ellos para tratar de solucionar lo antes posible los daños causados en caminos. Además, se ha dirigido a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) para que revise la situación del barranco, que es de su competencia.
Al respecto, Calvo ha solicitado a la CHT que "refuerce los laterales del camino que hace de presa porque el tubo que hay no desagua lo suficiente y eso conlleva que el agua salte y deshaga el camino conocido hacia Setiles".
"Necesitamos más seguridad. El agua baja en dos minutos y no da tiempo a nada", ha sentenciado el alcalde.