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Toledo SUCESO

Siete detenidos y veintidós en busca y captura en Toledo por 52 robos por el método del "abrazo"

14 julio, 2017 12:51

La Guardia Civil ha detenido a 7 personas, cuatro hombres y tres mujeres, y está en búsqueda y captura de otras 22 por estar relacionadas con la comisión de 52 delitos --20 de ellos con violencia e intimidación-- realizados con el método "del abrazo o agradecimiento" a personas de avanzada en edad en 43 municipios de la provincia de Toledo, donde han sustraído joyas valoradas en 100.000 euros.

Esta operación, conocida como 'Sarut II', implica a siete clanes de nacionalidad rumana que están asentados por todo el país y que da continuidad a otra operación llevada a cabo en septiembre de 2015 por la que detuvieron a 21 personas e investigaron a otras ocho por 33 delitos de robo o hurtos de joya cometidos con el mismo método, según ha informado la Delegación del Gobierno en una nota de prensa.

Las siete detenciones se han llevado a cabo en las localidades de Loja (Granada), Toledo y Soto del Real (Madrid). Cada uno de estos clanes está asentado en poblaciones de Madrid, Valencia, Ciudad Real, Murcia o Burgos, y desarrolla su propio 'modus operandi' respecto a su forma cometer el delito para arrebatar las joyas a sus víctimas. Estos grupos utilizan el método del tirón, el engaño dando abrazos y falsas alhajas a cambio de información, haciendo ofrecimientos sexuales a hombres o solicitando firmas para alguna asociación.

Los delincuentes se desplazaban en vehículos documentados a nombre de terceras personas sin antecedentes policiales, donde una o dos mujeres, que generalmente ocupaban los asientos traseros, participaban en el hecho como autoras materiales de los robos, yendo acompañadas por uno o dos hombres, encargados de conducir el vehículo y dar protección en caso necesario.

Entre 60 y 80 años

Estos clanes actuaban sobre personas con edades de entre 60 y 80 años en una zona de la vía pública poco transitada, donde abordaban a su víctima interesándose por la farmacia, el centro médico o cualquier otro establecimiento.

Una vez les era facilitada la información, las delincuentes dando muestras exageradas de agradecimiento, y halagando a la víctima, ofrecían abrazos y joyas falsas que intentaba colocar en la muñeca o cuello, momento en el que aprovechaban para robar las joyas de oro que portara, no dudando en utilizar la violencia si era necesario para conseguir su objetivo.

En algunos de los hechos las autoras llegaban a sustraer joyas a personas indefensas, que además de su avanzada edad, usaban sillas de ruedas, andadores o bastones, por tener serias limitaciones de movilidad, mostrando la carencia de los más mínimos escrúpulos.