A Isidro Flores, exalcalde socialista de Talavera, le tocó gestionar una situación parecida a la actual tras la dimisión, allá por julio de 1992, de su compañero Javier Corrochano. Actualmente no milita en ningún partido, pero se le ve en las manifestaciones y concentraciones que convocan los distintos colectivos, en tertulias radiofónicas y en numerosas actividades, es decir, muy metido en la problemática de Talavera, por lo que hemos considerado interesante para los lectores de EL DIGITAL, recabar su opinión sobre la situación actual de Talavera y sus posibles soluciones.

- PREGUNTA: ¿Cómo ve la situación actual de Talavera y su comarca?

- RESPUESTA: Los datos estadísticos objetivos que nos facilitan diversos organismos solvente, como el propio INE, entidades bancaria, universidades, etc. son demoledores. A la vista de estos datos, y de la incertidumbre política a raíz de los últimos acontecimientos políticos, me resulta imposible ser optimista.

- P: ¿Cree que las movilizaciones, concentraciones, reuniones y demás actividades que llevan a cabo los distintos colectivos que vienen trabajando por el futuro de Talavera están dando sus frutos?

- R: Creo que los ciudadanos y los colectivos que nos representan estamos haciendo los deberes. Aprovecho la ocasión que me brinda EL DIGITAL para felicitar y agradecer como ciudadanos el trabajo y el sacrificio de las personas que conforman las direcciones de esos colectivos. Humildemente, he colaborado con ellos, igual que mi familia, y seguiremos colaborando en las acciones que puedan organizar en el futuro.

- P: ¿Y los políticos? ¿cómo ve usted, que ha tenido experiencia, la actuación de los políticos de Talavera?

- R: Yo sigo los acontecimientos a través de los medios de comunicación y, como cualquier ciudadano, puedo comprobar que nuestros políticos hacen política en el sentido más negativo de la expresión. Es decir, veo que los políticos socialistas de Talavera piden la luna, vía enmiendas, proposiciones, o simples declaraciones al Gobierno del Estado, que como sabemos es del Partido Popular. Y, al contrario, los políticos talaveranos del PP, siguiendo las mismas vías, piden la luna a los gobiernos de la Diputación y la Junta de Comunidades que, como sabemos son del Partido Socialista.

- P: ¿Y según usted qué deberían hacer?

- R: Pues todo lo contrario: Pedir, exigir y pelearse en los despachos, porque tiene que ser en los despachos, no en los medios de comunicación, cada uno con los suyos. Con los ministros, con los consejeros, con los presidentes de Diputación y de empresas públicas, etc., etc., hasta conseguir los temas importante para Talavera.

- P: ¿Y por qué cree usted que no lo hacen?

- R: Realmente yo no sé si lo hacen o no, pero yo no veo los resultados por ninguna parte. Es que tienen que buscar la connivencia de los políticos que, por razón de su cargos, tienen capacidad de decisión en los temas importantes. Podría ponerle muchos ejemplos, pero le detallaré uno que ahora se recuerda con frecuencia, aunque con ciertos desconocimiento. Cuando, unos meses después de la manifestación del 27 de febrero de 1992, accedí a la Alcaldía, yo había comprobado que los ciudadanos habían hecho su parte del trabajo, y era el momento de que los políticos hiciéramos el nuestro. Lo primero que conseguí fue el apoyo para dotar de Universidad a Talavera del secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó; el segundo, del presidente de la Junta, José Bono; el tercero del presidente de la Diputación y del Patronato que podría en marcha el centro de Talavera, Adolfo González Revenga. Y luego, entre todos, a intentar derribar el muro de la Universidad, toda la Universidad, no sólo el rector, que se opusieron al centro de Talavera hasta el último minuto. Los ciudadanos habían hecho su trabajo, sin el cual no hubiera habido Universidad en Talavera, pero los políticos hicimos el nuestro, porque, que nadie se llame a engaño, sin el trabajo de los políticos tampoco hubiera habido Universidad.

- P: ¿Tiene esperaba en que los Presupuestos del Estado, que se están tramitando, recojan alguna partida importante que afecte a Talavera, aunque sea vía enmiendas?

- R: La verdad es que no. La composición del Congreso, con los vascos y los canarios barriendo para adentro y abusando del valor de sus votos, me hace intuir que no nos lleguen ni las migajas. ¡Ojalá me equivoque!

- P: Le veo muy pesimista, quizás no sea para tanto...

- R: Pues si sumamos el tema de Talavera a la corrupción que no para, a la incertidumbre política provocada por los últimos acontecimientos, el problema catalán empantanándolo todo, la subida del precio del petróleo porque se le antoja a Donald Trump... ya me dirá.

- P: ¿No hay nada positivo?

- R: Aunque no lo parezca en la entrevista, yo intento ver el lado positivo de las cosas. Y sí, hay cosas positivas. Por ejemplo, la autorización del señor Cristóbal Montoro para que las comunidades autónomas u los ayuntamientos puedan liberarse de las restricciones que les imponía la Ley de Estabilidad es muy positivo, porque les ayudará, sin duda, a resolver muchos problemas de los ciudadanos. O la firme actitud contra los corruptos del partido Ciudadanos que ha hecho dimitir a más sospechosos de corrupción en tres años que los demás partidos juntos en 40. Porque partidos bisagra ha habido siempre y, en muchos casos, para lo que han servido ha sido para aupar a los corruptos a los cargos, en vez de sacarlos de ellos.

- P: Y para terminar, ¿pondrá la bandera de Talavera en su balcón este jueves 31 de mayo, Día de Castilla-La Mancha, que se celebra precisamente en su ciudad?

- R: Sí, claro, ya lo hemos hablado en casa y también iremos, Dios mediante, a Madrid y Toledo. Yo prefiero este orden porque lo más importante, el tren, depende de Madrid.