Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares una vivienda de cuatro plantas utilizada como punto de cultivo y recolección de marihuana, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.

Todas las dependencias de la vivienda estaban habilitadas para el cultivo y tratamiento de la sustancia estupefaciente y se encontraba dotada de elementos técnicos avanzados valorados en más de 20.000 euros.

Durante la operación se ha arrestado a los seis individuos que integraban el grupo criminal y se han incautado más de 200 kilos de cogollos de marihuana. La investigación se inició el pasado mes de septiembre cuando agentes de la comisaría de Alcalá de Henares detectaron una actividad sospechosa en un edificio de la localidad. Los detenidos tenían residencia en un pueblo de Toledo.

Residencia en Toledo

Tras someter a vigilancia el entorno de la vivienda, detectaron la presencia de varios individuos que pasaban todo el día en el edificio y que por la noche regresaban a su residencia ubicada en una localidad de la provincia de Toledo o a un hotel de la localidad complutense.

Durante la investigación, los agentes pudieron comprobar el papel que tenía cada miembro de la organización -mantenimiento, producción y distribución- y que uno de ellos siempre pernoctaba en el interior del edificio para vigilar la plantación.

La inversión económica en material técnico para el cultivo y tratamiento de la sustancia que efectuó el grupo criminal, hace sospechar a los agentes de la profesionalidad de la organización y de la intención que tenían de implantarse en la localidad como principales distribuidores del corredor del Henares.

Con el oportuno mandamiento de entrada y registro, los agentes accedieron al edificio y detuvieron a los seis integrantes de la organización incautando 256 kilos de cogollos de marihuana, así como los medios técnicos que tenían instalados para la producción.

Además, comprobaron que habían insonorizado completamente el lugar para impedir que se escuchara desde el exterior el sonido de los extractores de gases y del sistema de climatización.