El periódico El Españolpublica este viernes un sobrecogedor reportaje sobre Javi, el joven toledano de Casarrubios del Monte que murió el pasado domingo a primera hora de la mañana cuando se cruzó fatalmente con un conductor borracho y drogado que circulaba en dirección contraria por la A-5, la Autovía de Extremadura, a la altura de la localidad madrileña de Móstoles.

"Javi llevaba a trabajar a su novia Jenni siempre que podía. Él conducía, ella no tenía carné. Se levantaban pronto, sobre las cinco y media de la mañana, cuando el sol apenas había salido en la localidad de Casarrubios del Campo (Toledo). A Javi y Jenni la vida les trataba bien; habían formado una familia con la llegada de la pequeña Rocío. Además, estaban dispuestos a poner el broche más especial a su relación celebrando su boda el año que viene. También, a Javi le iban a ascender en su puesto de trabajo -como asesor de servicios en un concesionario de Toyota- este martes. Pero el pasado domingo de madrugada, todos sus planes de vida se truncaron". Así comienza el desgarrador reportaje que le dedica el diario de Pedro J. Ramírez al joven de 32 años, que murió cuandovolvía de dejar a su pareja en el hotel donde trabajaba en Madrid.

"Pero en un punto de la A-5, de camino a Casarrubios, la mala fortuna se precipitó sobre él. Por la autovía, un joven de 23 años conducía en dirección contraria huyendo de un control de alcoholemia de la Guardia Civil. El kamikaze impactó contra el vehículo de Javi. Quedó hecho pedazos. Ha dado positivo en alcohol y drogas; cuadruplicaba la tasa permitida. Javi murió en el acto", relata El Español, que ha hablado con familiares de la víctima:"Mi primo quedó hecho polvo por dentro", explica Francisco Martín sin poder contener la rabia que le provoca "este asesinato".

El kamikaze, que circulaba a gran velocidad, chocó frontalmente contra el pequeño coche de Javi. El conductor sufrió heridas leves y fue trasladado hasta el Hospital Puerta de Hierro, donde fue atendido. Javi corrió la peor de las suertes; perdió la vida prácticamente en el acto. El kamikaze ha dado positivo en las pruebas de alcoholemia y drogas. Cuadriplicaba la tasa de alcohol en sangre: dio 1,04 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (mg/l), cuando la tasa máxima permitida es de 0,25.

Según El Español, el joven había pasado toda la noche en una discoteca. Cuando conducía por la A-5 de camino a su casa cambió de sentido. Todo apunta a que huía de un control de alcoholemia de la Guardia Civil. En un primer momento, se barajó que el accidente se hubiera producido por la densa niebla que había en Madrid aquella noche. Pero este extremo ya ha quedado totalmente descartado. No era la primera vez que conducía ebrio. En 2016 fue detenido por dar positivo en un control rutinario.