Cae en Vallecas el grupo de aluniceros que hizo de las suyas en Toledo y Guadalajara
La Guardia Civil ha detenido a nueve personas que formaban una banda de aluniceros, asentada en Vallecas, que llegaron a perpetrar casi una treintena de robos en las provincias de Madrid, Cáceres, Ávila, Burgos, Guadalajara y Toledo. Tenían como objetivo predilecto las máquinas tragaperras en bares.
La operación, denominada Desica, ha sido realizada por agentes pertenecientes al Área de Investigación de Tres Cantos, según informa la Guardia Civil, que han logrado recuperar cuatro vehículos y el botín de los últimos tres robos.
Entre los nueve detenidos, seis hombres y tres mujeres con edades comprendidas entre los 24 y 46 años, hay quienes cuentan con numerosos antecedentes por robos con fuerza y algunos proviene de otra banda de aluniceros especializada en robos en establecimientos.Fuentes de la investigación han indicado a Europa Press que el grueso de los arrestados pertenecen a una escisión del histórico alunicero 'El Goyito', considerado en su momento como el más activo de la Comunidad de Madrid.
A todos ellos se les imputan delitos de robo con fuerza, robo de vehículos, delitos contra la seguridad vial, desobediencia y atentado a agentes de la autoridad.
Tras pasar a disposición judicial, el juez ordenó el ingreso en prisión de los principales encausados, mientras que el resto quedó en libertad con cargos.
La investigación se inició el pasado mes de octubre por un robo ocurrido en Torrelaguna, donde los autores sustrajeron bicicletas profesionales y material deportivo valorado en más de 60.000 euros.
Los agentes realizaron un estudio del 'modus operandi' y encontraron diversas denuncias por hechos similares.
Gracias a estas actuaciones se pudo identificar a una parte de los integrantes del grupo, alguno de ellos conocidos delincuentes y que tienen antecedentes por su implicación en robos perpetrados por el método del alunizaje.
Con motivo de la investigación, los agentes descubrieron que los integrantes de este grupo, asentado en el barrio madrileño de Vallecas, contaban con la connivencia de sus parejas o de mujeres de su familia.
Sus familiares les dejaban coches a su nombre para desplazarse, realizar vigilancias o sustraer otros vehículos que a posteriori utilizaban en los robos.
Sus principales objetivos eran las máquinas recreativas que encontraban en los bares y restaurantes, pero también se les imputan robos acaecidos en establecimientos comerciales y varios robos en vehículos.
Conducían de forma temeraria y hasta en tres ocasiones se ha constatado que arremetieron contra los vehículos policiales y los agentes para huir.