Fuerte malestar en el hospital Virgen de la Salud de Toledo por la polémica decisión que ha tomado la Gerencia del centro: impedir a los sanitarios que fabriquen sus propias pantallas protectoras para tratar de esquivar al coronavirus.

Ante la falta de equipos de protección individual (EPIs) necesarios, una situación que tanto preocupa a los profesionales de la salud de toda España, que en muchas ocasiones se están exponiendo al COVID-19 sin los materiales que se precisan para atender de manera segura a los pacientes, un grupo de médicos del hospital toledano ha decidido este martes aprovechar las láminas de plástico donadas por una empresa privada para confeccionar a mano un centenar de pantallas protectoras para la cara.

Sin embargo, al tener conocimiento la Dirección del centro de la situación, el gerente del Virgen de la Salud ha ordenado el cese de la actividad, lo que ha provocado la perplejidad e indignación de los médicos que estaban fabricando artesanalmente las máscaras para protegerse a sí mismos y a sus compañeros.

De hecho, los facultativos ya han elevado una queja sindical para denunciar su desprotección y para instar a la Gerencia a que, al menos, ofrezca las instrucciones necesarias para "encauzar toda la ayuda altruista" que está llegando hasta el hospital tratando de facilitar la labor de los profesionales sanitarios que tan expuestos se encuentran durante esta grave crisis sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19.

Tras la publicación de esta información, según fuentes conocedoras del caso, los máximos responsables del hospital han accedido a la utilización de dichas máscaras, aclarando que la disputa se produjo debido a que la dirección del centro consideraba que, al tratarse de material donado desde el exterior, debería haber tenido conocimiento de ello para gestionar el stock de la manera más conveniente posible. Definitivamente, Gerencia ha cambiado de opinión y ha permitido el uso de estas protecciones artesanales.