El COVID-19 vuelve a retrasar la puesta en marcha del nuevo hospital de Toledo
El nuevo hospital de Toledo, construido por completo y parcialmente equipado en el barrio del Polígono de la capital castellano-manchega, vuelve a posponer su entrada en funcionamiento. Después de numerosos retrasos en la obra iniciada allá por 2002 (18 años han pasado desde entonces), de la paralización total de la misma durante el mandato de María Dolores de Cospedal en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de la finalización de la edificación ya con Emiliano García-Page al frente del Gobierno regional, ahora es una pandemia mundial lo que va a impedir de nuevo cumplir con los plazos previstos. La infraestructura parece gafada.
El Ejecutivo castellano-manchego, que ya había cursado incluso una invitación a la Casa Real para inaugurar el flamante centro sanitario antes de su puesta en marcha (para no generar molestias a los usuarios, según la versión oficial), tenía previsto iniciar este verano la mudanza desde el vetusto 'Virgen de la Salud', estimando que el traslado del aparataje sanitario y del personal podría prolongarse durante seis meses. Sin embargo, todas las previsiones han quedado dinamitadas por culpa del COVID-19.
Así lo ha reconocido este martes la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, que ha respondido a una pregunta de EL DIGITAL reconociendo que la pandemia "ha paralizado plazos" en el nuevo y esperado hospital toledano."Se abrirá, funcionará y reforzará nuestro sistema sanitario pero no les puedo decir ninguna fecha", ha añadido.
"Esta crisis lo ha cambiado todo", ha finalizado la portavoz, que ha detallado que "las acciones formativas e informativas que tenía previstas el Sescam" para organizar con garantías junto al personal implicado en el cambio desde el hospital 'Virgen de la Salud' han tenido que cancelarse debido al estado de alarma. Por tanto, vuelve a ser una incógnita cuándo podrán los toledanos hacer uso de una instalación muy necesaria en la ciudad y en la provincia.