La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha solicitado este martes al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) que contemple la adopción de medidas extraordinarias como la activación del Plan de Catástrofes Externas y la evaluación de riesgos laborales "para determinar la falta de recursos humanos y técnicos con el fin de atajar la situación que padece el Área de Salud de Toledo, que desde ayer padece un nuevo colapso en el servicio de Urgencias del Hospital de Virgen de la Salud".
CSIF alerta que es la tercera situación límite en apenas dos meses en este servicio, "que esta mañana todavía mantenía a 52 pacientes en pasillos a la espera de ingreso y después de una noche donde la plantilla de profesionales se ha visto totalmente sobrepasada por la falta de efectivos y recursos". “Este colapso está produciendo que pacientes de diferentes patologías compartan espacio con otros que están a la espera de PCR, los profesionales no pueden más en lo que evidentemente es un problema de gestión”, ha señalado la responsable provincial del Sector de Sanidad de CSIF Toledo, Marisa García.
La Central Sindical exige al Sescam que "deje de mirar hacia otro lado, ya que llegado incluso a minimizar el colapso, y que adopte medidas, entre las cuales debe contemplar la instalación de un hospital de campaña o la organización del servicio de Urgencias en otros espacios del Área de Salud de Toledo". "De hecho, el Sescam debería activar el Plan de Catástrofes Externas, el cual plantea la implantación de más recursos y espacios ante la dilación en la atención sanitaria a los pacientes, así como su coordinación con otras gerencias", asegura CSIF.
Asimismo, CSIF ha informado de que la semana pasada solicitó la convocatoria de un Comité extraordinario de Seguridad y Salud Laboral para el Área de Salud de Toledo, que "debía realizarse un plazo máximo de 48 horas, pero el Sescam sigue sin convocarlo". Para el sindicato, "este Comité es imprescindible para abordar la subida de contagios en los profesionales de ámbito sanitario de las diferentes gerencias y el aumento de las agresiones".
No en vano, esta situación está generando un enorme estrés entre pacientes y plantilla, lo que deriva en una peor atención sanitaria, sólo solventada por la profesionalidad y esfuerzo de los trabajadores, y en episodios violentos.