El cardenal emérito de Toledo Francisco Álvarez Martínez, que fue arzobispo de Toledo entre 1995 y 2002 y falleció el pasado miércoles a los 96 años, ha sido enterrado este viernes a los pies de la Capilla de la Descensión de la Virgen en la Catedral Primada, un enclave singular ya que ahí estuvo el altar mayor de la primitiva basílica visigoda.
Álvarez Martínez, que nació en Llanera (Oviedo) el 15 de julio de 1925 y moría este 5 de enero en un hospital de Madrid, ciudad en la que residía desde su jubilación, ha sido el arzobispo número 118 de Toledo y antes de llegar a Toledo había sido obispo de Tarazona (1963), de Calahorra-La Calzada-Logroño (1977) y de Orihuela-Alicante (1989), y, además, en 1996 fue administrador apostólico de la Diócesis de Cuenca hasta el nombramiento de un nuevo obispo.
En Toledo sucedió a Marcelo González Martín (1972-1995) y tras él han ejercido en esta Archidiócesis Antonio Cañizares Llovera (2002-2008), Braulio Rodríguez Plaza (2009-2019) y Francisco Cerro Chaves, en la actualidad.
El fallecido eligió el lugar en el que quería ser enterrado, junto a los restos de sus padres y su hermano, dentro del templo primado y optó por un sitio emblemático para los toledanos, delante de la Capilla de la Descensión, donde la tradición ubica el milagro de la bajada de la Virgen para imponer la casulla al obispo San Ildefonso.
La capilla está situada entre las dos naves menores, en el segundo pilar, y es el verdadero origen de la Catedral ya que ahí estuvo el altar mayor de la basílica visigoda.
Misa con sus predecesores
Las exequias, este viernes, han comenzado en la Capilla de la Inmaculada del Palacio Arzobispal, donde ha estado instalada la capilla ardiente del cardenal emérito desde el miércoles por la tarde.
Desde allí se ha trasladado el féretro a la Catedral, donde el actual arzobispo, monseñor Cerro Chaves, ha oficiado la misa acompañado por sus predecesores Braulio Rodríguez Plaza y Antonio Cañizares Llovera, actual arzobispo de Valencia.
En su homilía, el arzobispo de Toledo ha señalado la "humildad" del "gran obispo" Álvarez Martínez, y de su periodo al frente del Arzobispado ha señalado su trabajo en la estructuración pastoral de la Archidiócesis y sus iniciativas sociales como la creación del Hogar 2000 para la acogida y tratamiento de enfermos de sida.
"Le tocó un papel muy difícil porque fue, nada más ni nada menos, que sucesor de don Marcelo. Y lo hizo muy bien y con mucha dignidad y procuró estar a la altura de aquellos momentos que pedía a la Iglesia el Señor y la historia", ha señalado Cerro Chaves, quien ha despedido al fallecido con las palabras "descanse en paz el servidor bueno y fiel".
Asimismo, el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, ha leído la carta que el papa Francisco ha remitido, a través el nuncio, tras la muerte del cardenal Álvarez Martínez, en la que habla del fallecido como "abnegado pastor que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia".
Han asistido a las exequias el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, vicarios y miembros del cabildo catedralicio y de cofradías, y numerosos laicos y responsables políticos, entre ellos del Ayuntamiento de Toledo, como el vicealcalde José Pablo Sabrido, o la secretaria general del PP en Castilla-La Mancha, Carolina Agudo.
Funeral
El Arzobispado de Toledo ha avanzado que cuando la situación sanitaria lo permita se celebrará una misa funeral por Francisco Álvarez Martínez en la Catedral Primada.