No hay éxito que cien años dure si no lo cuidas y lo trabajas. Esto lo tienen muy claro en San Telesforo, el obrador de mazapán más antiguo del mundo.
Es por esto por lo que hace ya 7 años se embarcaron en una nueva línea de negocio, la de los helados artesanos, buscando complementar su negocio tradicional de confitería y pastelería donde el mazapán es el corazón del mismo.
“Desde 1806 nuestros productos de Mazapán de Toledo y nuestros productos de pastelería y confitería han mantenido el negocio en buena forma, pero nadie se puede quedar inmóvil y mantener el éxito para siempre”, nos comenta Juanma Albelda, actual Gerente de la empresa. “Los tiempos que corren, con cambios tan rápidos como los que estamos viviendo, nos obligan a mantener un continuo estado de innovación y reinvención en las empresas”.
Nos confiesan que en San Telesforo siempre están en proceso de innovación en las áreas de tecnología y comercial y en continua búsqueda de nuevos productos que amplíen la oferta para sus Clientes, tanto los particulares como los profesionales de hostelería.
“En uno de los análisis estratégicos que elaboramos vimos que el sector de la heladería artesana encajaba perfectamente en la filosofía de la empresa y tenía una gran oportunidad de penetración en el ámbito comercial que manejábamos”, nos comenta Juanma.
¡Y dicho y hecho! Se pusieron manos a la obra y en estos 7 años han formulado y elaborado más de 200 sabores diferentes entre helados cremosos, sorbetes, helados sin azúcares añadidos y helados salados.
Nos confiesan Mariángeles y Patricia Junquera, sexta generación de la familia al frente del negocio actualmente, que los sabores más demandados y que les diferencian de otras ofertas de heladeros artesanos son los que ya definen a San Telesforo de toda la vida, el de Mazapán de Toledo, el de milhojas de fresa, los de tarta de queso o de selva negra y nuevos sabores de productos de proximidad que se han ido añadiendo a la carta durante estos años como el de pistacho de Castilla la Mancha, el de Queso Manchego o el de AOVE Cornicabra, entre otros.
“Al final en nuestra línea de helados artesanos lo que realmente cambia respecto a la de pastelería y confitería es el proceso, porque utilizamos las mismas materias primas de primera calidad, priorizando como siempre el producto de proximidad, elaboración artesanal y mucho cariño e ilusión para crear productos gourmet como todo lo nuestro”, nos comentan las hermanas Junquera.
Esta nueva familia de productos de San Telesforo está teniendo una excepcional acogida entre sus Clientes, incluyendo los de hostelería que, según nos comenta Juanma Albelda, está siendo un sector de desarrollo muy importante para la empresa en los últimos años. “La hostelería de alto nivel siempre está buscando nuevas alternativas que ofrecer a sus Clientes para mejorar la experiencia en sus restaurantes y es ahí donde nuestros productos tienen una demanda fantástica”.
San Telesforo comercializa sus productos de heladería artesana a Clientes particulares a través de sus tiendas físicas, dos situadas en Toledo y una tercera en Madrid, y a través de sus tiendas online, aunque solamente con reparto local por las complicaciones logísticas que tiene este tipo de productos con sus requisitos de temperatura.
Con todo esto, la Guía Repsol se hizo eco de este éxito y distinguió el año pasado su heladería del toledano Barrio de Buenavista con un Solete Repsol, seña de calidad dentro de la hostelería y heladería española.
Según nos cuentan, en San Telesforo siguen en el proceso de innovación, no solo dentro de esta línea de negocio de heladería artesana, sino de nuevas familias que irán viendo la luz en su momento. ¡Estaremos atentos!