La nueva exposición del Museo del Ejército en Toledo mostrará 219 piezas magníficas y sorprendentes
Durante los siglos XVIII y XIX, el estamento militar y la ciencia fueron de la mano en España para impulsar el desarrollo científico e industrial del país, un hecho histórico que el Museo del Ejército quiere dar a conocer en la exposición "Exótica in Militaria", compuesta por 218 piezas.
En una entrevista con la Agencia Efe, el comisario de la exposición, el capitán José Luis Chaves, detalla que el objetivo de la muestra, abierta del 22 de junio al 28 de octubre, es "hacer una evocación" de esos siglos y "recuperar y rendir homenaje a esa época en la que la ciencia y lo militar están unidos no solo para el desarrollo de la guerra, sino para impulsar el desarrollo científico e industrial de España, es un aspecto un poco desconocido".
Para lograr este objetivo didáctico, se ofrece al visitante 218 piezas, muchas de ellas procedentes de los fondos del propio museo, pero también muchas están cedidas por otras instituciones militares, como el Museo de la Academia de Infantería el Museo de Farmacia Militar o el Museo Naval, e incluso por entidades civiles, como el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Jardín Botánico o el Instituto de Educación Secundaria El Greco, de Toledo.
Precisamente el IES El Greco ha cedido una de las partes principales de esta exposición que lleva de subtítulo "Un gabinete de curiosidades", ya que de él procede el gabinete de curiosidades que creó el infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, que fue arzobispo de Toledo desde 1735 hasta 1754.
El capitán Chaves explica que en esa época, se denominaba "gabinete de curiosidades" a un conjunto de piezas curiosas, valiosas, raras o espectaculares que, en un primer momento la nobleza reunía en una habitación para mostrar a las visitas y presumir de su estatus.
Sin embargo, con el tiempo estas colecciones privadas también adquirieron un carácter de auxilio o ayuda para la formación de la nobleza, ya que en ese tiempo no existían las universidades y la enseñanza estaba muy restringida.
"Piezas magníficas"
Así, el capitán Chaves explica que la primera parte de la exposición presenta al visitante un gabinete de curiosidades real, con "piezas magníficas", como pájaros disecados, un colmillo de narval -una especie de ballena con un colmillo muy largo que le ha valido el sobrenombre de "unicornio marino"- o instrumentos científicos utilizados para la enseñanza, como una botella de leyden, que es un condensador primitivo que permite almacenar cargas eléctricas.
"Así era el siglo XVIII, que combinaba el mundo natural con el mundo científico", resume el capitán.
Y a partir de la exposición de este gabinete de curiosidades real, el Museo del Ejército crea su propio "gabinete de curiosidades", compuesto por tres partes diferenciadas, la primera compuesta por elementos del mundo natural.
En esta sección se enseña al visitante una selección de objetos naturales recopilados por el ejército en sus distintas campañas de esa época, como una gorgonia, que es una especie de coral; apéndices de pez sierra, colmillos de elefante, un huevo de avestruz, plantas medicinales y la colección de minerales documentada más antigua de Europa.
"Exótico. Los otros" es la segunda parte de esta exposición, en la que se recrea cómo eran los hombres que los militares españoles encontraban en sus expediciones y, para ello, se muestra a un guerrero azteca, un sultán filipino o una armadura de un samurái procedente de Japón.
En este apartado, también se enseña a las otras culturas a través de cómo representan a sus dioses y para ello, hay máscaras del África Negra procedentes de las islas del Pacífico y también otros elementos religiosos llegados de la Isla de Pascua y otras zonas que fueron colonia española.
La exposición cierra con la sección "Maravilia", que tal y como explica el capitán Chaves, muestra las "maravillas técnicas o industriales" del ejército, que tal y como recuerda, fue el fundador de las primeras academias, como por ejemplo de matemáticas, a partir de las cuales se desarrolló el resto de academias, que favorecieron el desarrollo industrial de España con sus estudios de ingeniería o química.
Además, cada uno de estos apartados está puesto en relación con otro nivel expositivo que explica "por qué las piezas curiosas que se enseñan están aquí".
Se trata, en concreto, de escenificaciones teatrales en las que se recrean las expediciones científicas del siglo XVIII y XIX.
Expediciones científicas
"Es poco conocido, pero la Corona española promovió muchas expediciones científicas en el siglo XVIII, que tenían como fin fundamental no solamente delimitar las fronteras geográficas de los territorios en posesión, sino también la búsqueda de nuevos recursos procedentes de esos nuevos mundos", comenta el capitán.
Así, el capitán Chaves recalca que lo que trata de hacer la exposición es "destacar que hubo una época en la que la ciencia reposaba o por lo menos iba de la mano del estamento militar".