El arzobispo de Toledo defiende la religión en las aulas como "un derecho", no como "un adoctrinamiento"
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha defendido que la asignatura de religión católica en los centros de educación pública, concertada o privada es "un derecho civil" y "una materia importante" para la formación del alumno. "No es un adoctrinamiento, es algo razonable, humano y conveniente".
Así se ha pronunciado Rodríguez en su escrito semanal, recogido por Europa Press, en el que ha retado a "probar que el que enseña religión está haciendo propaganda en contra de otras convicciones religiosas de los alumnos del centro educativo". "¡Cuántas veces sucede al revés!", ha enfatizado.
En este sentido, ha incidido en que es "bueno cursar esa asignatura" ya que "hará bien a los hijos" y "serán más libres en su elección de una forma de vida que se adecua perfectamente al ser humano, quien busca entender lo que cree".
"La clase de religión, en efecto, dentro del currículo escolar, en una sociedad democrática no sectaria ni laicista, es un derecho que también el Estado no confesional debe reconocer plenamente. Eso es libertad religiosa y poder ejercer ésta en conformidad con su conciencia y sus libres convicciones religiosas", ha argumentado el arzobispo, que aseverado que "no sería democrático" que los ciudadanos católicos no tuvieran el derecho de educar a sus hijos en esta materia.
"Igual de valiosa"
Asimismo, ha resaltado que la asignatura de religión católica es "en todo caso, igual de valiosa" que otras materias "que ha conseguido formar a tantos hombres y mujeres que hacen bien a la sociedad donde viven". "¿Por qué no ver la enseñanza de la religión católica formando parte de la formación integral de la persona y teniendo una relación y una armonía positiva con todos los demás conocimientos?", ha plantado el arzobispo.
"Solo desde la convicción, no la propaganda, se respeta al que piensa de otra manera. Confíen los padres en los profesores de religión, pues trabajan con ahínco por ser buenos profesionales y bueno educadores cristianos. No es fácil su cometido, ya que la fe cristiana no consiste únicamente en aprender cosas; también es necesario que lo que se enseña sea bueno y se acepte con libertad", ha concluido Rodríguez.