El I Estudio del Buen Conductor de Acierto.com, un comparador web de seguros, elaborado sobre una muestra de más de un millón de asegurados, revela que Guadalajara es la provincia de Castilla-La Mancha en la que residen los peores conductores. 

De hecho, un 19,1 % de los conductores guadalajareños dan algún parte, con y sin terceros implicados, al año. Un porcentaje muy elevado respecto a la media nacional –16 %– y que les sitúa en la sexta posición de los peores conductores españoles.

En Castilla-La Mancha, el podio del mayor número de partes totales lo encabeza Guadalajara, seguida por Toledo y Ciudad Real. Albacete se sitúa en la cuarta posición, a muy poca distancia de Ciudad Real, y en último lugar está Cuenca, que presume de tener a los mejores conductores de Castilla-La Mancha.

Si nos fijamos en los partes con terceros implicados, en Guadalajara continúan ostentando el puesto de los peores conductores, pero en la segunda posición existe un cambio. Albacete, que en volumen de partes totales era la penúltima de la Comunidad, en este caso se coloca la segunda –con un 5,8 %–. El tercer puesto lo comparten Ciudad Real y Toledo –5,6 %– y el último es para Cuenca –4,4 %–.

Las cifras señalan la gran diferencia que existe en este tipo de partes –con terceros implicados– entre  la primera provincia de la lista, Guadalajara, y la última, Cuenca. En concreto, los guadalajereños presentaron un 54 % más de partes con terceros que los conquenses. De hecho, Cuenca destaca por ser una de las ciudades con mejores conductores no solo en Castilla-La Mancha sino también en toda España. En nuestro país se sitúa como la tercera con menos partes con terceros implicados –4,3 %–, solo por detrás de Soria y Ceuta –4,1 %– y de Huesca y Teruel –4,2 %–.

Jóvenes y mujeres

Existe una creencia muy asentada en nuestra cultura automovilística que considera que las mujeres y los mayores de 25 años son más responsables al volante y tienen menos riesgo de sufrir un accidente. No obstante, en base al estudio de Acierto.com, el segmento de entre 18 y 23 años de edad es el que menos partes da – hasta un 50% menos que los mayores de 65–. La explicación de porqué aún así la mayoría de las aseguradoras penaliza al conductor joven con primas más carases que las compañías han comprobado estadísticamente que los accidentes de este perfil de conductores revisten de media una gravedad muy superior. De hecho, la incidencia de accidentes con muertes o daños corporales de esta franja de edad es la más elevada.

Por otra parte, cabe destacar que las españolas de entre 18 y 23 años presentan un 7 % más de partes que los hombres de la misma edad y las de entre 34 y 39 años un 17 % más. No obstante, las aseguradoras han comprobado también aquí que la gravedad de sus accidentes es menor. Es decir, este colectivo supone en general menos riesgo porque si bien ellas pueden presentar mayor frecuencia siniestral – volumen de partes- también suelen presentar menor siniestralidad técnica –gravedad y cuantía de los daños provocados en los accidentes–.