La cuchillería y la navaja de Albacete, declaradas Bien de Interés Cultural
El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado este martes la declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Bien Inmaterial, a la cuchillería y la navaja clásica de Albacete.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, ha informado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la aprobación de esta declaración, que "supone un reconocimiento a la tradición y modernidad de la artesanía".
Según se recoge en el expediente que se redactó para esta declaración, la cuchillería y la navaja de Albacete está documentada desde el siglo XVI, ha desarrollado unas tipologías específicas que ha mantenido a lo largo de los siglos y ha conjugado la industrialización con las técnicas de producción artesanal.
Esto la convierte en una manifestación cultural viva, singular y representativa de una comunidad.
En el ámbito cultural, el expediente destaca que hasta hace apenas tres décadas aún se veía a los "navajeros" que, con un enorme muestrario alrededor de la faja, ofrecían en trenes y autobuses su producto a los viajeros.
Universal y antigua
La historia de la navaja como cuchillo plegable es universal y antigua y sus restos se han encontrado en los ajuares de sepulturas de incineración ibéricas de la segunda edad del Hierro y en las excavaciones romanas de los últimos años del Imperio.
En España, la navaja clásica aparece a finales del siglo XVI y se extendió por toda la geografía, ya que el ciudadano de a pie necesitaba algún elemento de defensa y la navaja era "fácil de ocultar, de pequeño tamaño y no tan pesada como la espada".
El primer cuchillero de Albacete del que se tiene noticia, en el siglo XV, es Alonso Fernández, mientras que en el XVI aparecen otros nombres en el oficio (los Torres, cuchilleros, y los Arias, espaderos) y datan de este momento los ejemplares más antiguos que se conservan.
En el siglo XVII se generaliza el uso de navajas y aumenta su demanda y el XVIII es el 'Siglo de Oro' de la cuchillería de Albacete, que tenía una destacada manufactura de cuchillos, puñales, navajas y tijeras -la mayoría situada en la calle Zapateros- y era uno de los centros cuchilleros más importantes de Europa.
Un dato que constata el expediente es que a finales del siglo XVIII, Albacete tenía una población aproximada de 10.000 personas y albergaba veinte fábricas de cuchillería.
En el siglo XIX la cuchillería de Albacete se dio a conocer por diversos lugares de Europa y ya en el XX, la navaja se transforma en una herramienta y sus tipos se diversifican: en los años veinte se funda la Sociedad Cuchillera Albacetense, en la que en 1926 estaban integradas 19 cuchillerías, y en 1971 había cien talleres en la ciudad.
El expediente también desglosa los modelos de navajas de Albacete que existen: Fieles, Anilla, Ventana, Pastora, Albaceteña, Tranchete, Lengua de Vaca o Capaora, Punta Espada, Punta Cortada, Estilete, Machete, Sevillana y Jerezana o Bandolera.