La conocida escultora Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956), autora de la polémica fuente de la plaza del ayuntamiento de Toledo, ha inaugurado una instalación similar en el centro de Londres. Se llama “Arroyos olvidados”, y se considera el más ambicioso proyecto de arte público que ha abordado nunca la escultora donostiarra.

Se trata de una escultura de agua y bronce en tres partes, en la base del flamante edificio de Bloomberg, un elegante e imponente complejo diseñado por Norman Foster en el corazón de la City londinense. Inaugurado este martes en pleno distrito financiero londinense, el edificio servirá de cuartel general europeo del imperio periodístico del exalcalde de Nueva York.

Arroyos olvidados está compuesto por tres grandes aperturas en el suelo que dejan ver un enjambre orgánico de tierra y raíces, moldeado en bronce en una fundición de Eibar (Guipúzcoa), por el que fluye una corriente de agua que va llenando y vaciando las caprichosas e infinitas cavidades. Lo mismo que en Toledo, aunque más grande.

El proyecto es producto de una reflexión conjunta entre el arquitecto y la artista sobre los nuevos desafíos del arte público, incluido el de la seguridad ante ataques terroristas.

Iglesias reconoce que la pieza conecta -en temática, estética y ambición- con su proyecto Tres Aguas para la ciudad de Toledo. Considera Iglesias que una obra pública de esta envergadura en Londres supone su huella definitiva en una ciudad que ha sido clave en su carrera y en su vida.

Arroyos olvidados encierra un guiño al río Walbrook, uno de los ríos perdidos de Londres. Fluía por este lugar, entre lo que son hoy el banco de Inglaterra y la Mansion House, en el antiguo Londonium romano. “Pero la obra no es solo memoria, es también metáfora”, advierte Iglesias. “Es la naturaleza que está por debajo de nosotros y que está viva, las conexión entre las tres piezas es también nuestra conexión con la naturaleza”.