La familia Saltiel vuelve a Toledo más de 6 siglos después de huir de España
La familia Saltiel, formada en la actualidad por casi un centenar de miembros, se marchó de España en 1391, cuando la judería de Barcelona fue destruida, y estos días ha regresado a España, al hilo de la ley de concesión de nacionalidad española a sefardíes originarios. Hoy ha visitado Toledo.
En concreto, los más de noventa integrantes de la familia Saltiel, que residen en diferentes puntos del mundo y tienen distintas confesiones, han visitado esta mañana el Museo Sefardí, según ha informado el Ayuntamiento de Toledo.
La familia ha mostrado interés en dos lápidas que se conservan y exponen en el Museo y que, en origen, se encontraban en Monzón de Campos, hoy provincia de Palencia; lápidas que hacen referencia a un padre que falleció junto a su hijo a causa del derrumbe de su casa.
Desde el año 1994 esta familia organiza cada tres años reuniones en diferentes partes del mundo, de modo que en el año 2000 regresaron a Barcelona, y esta semana se encuentran en Madrid para tramitar parte de la Ley de concesión de nacionalidad española a los sefardíes originarios de España del 24 de junio de 2015.
Invitación del Ayuntamiento
La concejala de Turismo, Rosana Rodríguez, ha dado la bienvenida a Toledo a los miembros de esta familia Saltiel en la Gran Sala de Oración de la antigua Sinagoga del Tránsito, hoy Museo Sefardí, y les ha invitado a llevar a cabo su próximo encuentro en Toledo.
Asimismo, un representante de la familia ha entregado a la edil el escudo de armas de la familia que representa un león coronado trasportando una espada, similar al del linaje de la familia Kalonymus de Narbona.
Este motivo, ha explicado la familia, estaba representado en bajorrelieve en la entrada principal de la sinagoga de Candia (Creta) sobre la inscripción hebrea 'El escudo de armas de Don Shealtiel Hen'.
Los Saltiel se marcharon de España en 1391 durante la revuelta contra los judíos que hubo en ciudades como Barcelona, Sevilla, Córdoba o Toledo.
Primero se marcharon al Norte de África e Italia y de allí pasaron a Creta y al Imperio Otomano, en concreto a Salónica, donde la familia levantó la denominada 'Nueva sinagoga catalana'.