El próximo 2 de marzo comenzará el traslado de las casi 200 personas que desarrollan su trabajo en la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas con motivo de las obras de mejora de la eficiencia energética del edificio, con las que se prevé reducir el consumo de energía entre un 45 y un 50 por ciento.
El traslado de los trabajadores se hará por fases a lo largo de dos semanas, según han explicado a EFE fuentes de la Consejería sobre estas obras de rehabilitación integral del edificio del antiguo Hospital del Nuncio Nuevo, en el Casco Histórico de Toledo.
Se prevé que las obras comiencen entre finales de marzo y principios de abril, con un plazo de ejecución de 18 meses, y que el edificio esté en funcionamiento en un plazo de 24 meses desde el inicio de las actuaciones.
El proyecto se enmarca en el programa del Gobierno de Castilla-La Mancha para rehabilitar edificios públicos con el fin de mejorar su eficiencia energética y ambiental mediante el uso de energías renovables, así como su habitabilidad, accesibilidad y conservación.
En el caso del antiguo Hospital del Nuncio Nuevo de Toledo las actuaciones previstas son: mejorar la climatización sustituyendo la caldera de gasóleo y de la instalación frigorífica por equipos de aerotermia de alta eficiencia, reparar toda la carpintería de puertas y ventanas, aislar cubiertas, sustituir la iluminación actual por led y cubrir los cuatro patios del inmueble, lo que también contribuirá a mejorar la eficiencia energética y habrá más espacio útil.
Conservar un edificio declarado BIC
De igual modo, se persigue conservar y poner en valor un edificio de finales del siglo XVIII, que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento, y adaptar las dependencias administrativas, con lo que se modificará la distribución de los espacios actuales.
La Consejería estima que esta actuación, cofinanciada por la Unión Europea con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, reducirá el consumo de energía de entre un 45 y un 50 por ciento.