¿Qué prenda íntima metió Carmen Lomana en el ataúd de su marido?
La empresaria ha recordado con emmoción el capítulo más trágico de su vida: la muerte de su marido, Guillermo, en un accidente de tráfico. Una circunstancia que la dejó en shock y que tardó años en superar: "Quería darle algo mío, me quité el sujetador y lo puse en el sudario".
Cualquiera pensaría que la vida de Carmen Lomana (69) es un cuento de hadas pero, tal y como ella misma desveló este domingo a Risto Mejide en Chester, carece de "lo más importante que puede tener una mujer: una familia, un marido y unos hijos". Esa es la gran pena y la gran tragedia de la empresaria, que perdió a su marido, Guillermo Capdevilla, en un accidente de tráfico: "Acabábamos de llegar de Chile. Nos fuimos a pasear a la playa y decíamos lo felices que éramos. Al día siguiente se despidió de mí y le dije que dónde iba tan guapo. Yo me fui a la peluquería y cuando volví, me extrañó que no estuviera el coche. Estaba sonando el teléfono y era la policía foral. Fue horrible. No podía articular palabra", recordó.
"Cuando llegué al hospital parecía que no tenía nada, sólo la cabeza vendada. El médico me dijo que era muerte cerebral. Les pedí que no lo desconectaran, por si reaccionaban, pero al día siguiente me dijeron que había que dejarlo ir. Él era una persona tremendamente generosa y decidí que donara sus órganos". Estuvo acompañada de sus hermanos y sus amigas durante todo el proceso: "Ya en el tanatorio, pasé a despedirme de él y como quería darle algo mío, me quité el sujetador y lo puse en el sudario". Lomana lo tiene claro: "Willy es el amor de mi vida, luego he tenido novios, novietes, amantes... Pero he salido corriendo en cuanto me han hablado de boda o convivencia".